La convivencia en Morena es, dicho coloquialmente, una cena de negros.

La designación de Alfonso Ramírez Cuéllar como presidente interino, por parte de una de las facciones de ese partido, provoca algo que no gusta a los morenistas: que las autoridades, en este caso el Tribunal Electoral, se meta en su vida interna. Odian conducirse bajo instancias que consideran ajenas.

En sus actuales condiciones -una división generada por el poder de designar candidatos en el 2021 y manejar las millonarias prerrogativas- Morena no le sirve de nada al presidente Andrés Manuel López Obrador.

El movimiento encabezado por el tabasqueño que se solidarizaba con el pueblo en lucha, que estaba contra el neoliberalismo, que pugnaba por la diversidad sexual, ideológica o religiosa, perdió el rumbo cuando el presidente López Obrador los dejó solos. Ahora se parecen mucho al PRD.

Los riesgos de que el presidente López Obrador se aleje de Morena son varios. Uno de ellos es que la fuerza social que lo impulsó y lo hizo ganar en 2018, se repliegue ante las prácticas tramposas de quienes se quieren quedar con el control político y financiero de Morena.

Otro de los riesgos, no para el Presidente, sino para los morenos, es que los partidos aliados tomen su lugar y López Obrador mande al partido que construyó al basurero de la historia.

Morena es una amalgama de grupos y personajes políticos y sociales. Como en todo, hay personas que lo respaldan incondicionalmente, de buena fe, pero otros se subieron al movimiento para preservar sus privilegios (como los texcocanos encabezados por Higinio Martínez, quien se encuentra agazapado y es uno de los principales generadores del caos que vive Morena).

Morena debería estar del lado de grupos sociales como las víctimas de la guerra de Calderón, pero una facción morenista los ataca sin misericordia. Contradicción e incongruencia pura.

Además, los morenistas deberían estar articulando -con grupos de trabajadores- la democracia sindical, evitando siempre el corporativismo del pasado.

Morena debe ser el partido de las causas sociales que el periodo neoliberal dejó sin futuro. Pero no va a ningún lado. Como está hoy, reitero, Morena no le sirve ni al Presidente ni a México.

La Letrina. La única ventaja que tiene Morena ante los partidos de oposición es que los dirigentes Moreno, del PRI; y Cortés, del PAN, son políticos que no inspiran nada y carecen de inteligencia para aprovechar la guerra intestina que se libra en el partido en el poder.

                                                                                                                               @Fercoca