Los super alimentos ni son caros ni están fuera de tu alcance.

Para iniciar un cambio nutricional de fondo es necesario considerar un plan de alimentación bajo supervisión médica o de un especialista en nutrición; ya que de no hacerlo puede representar riesgos como la pérdida o ganancia excesiva de peso a base de agua y grasa, desequilibrio hidroelectrolítico, pérdida de vitaminas y minerales, o bien, pérdida de masa muscular, alerta Catalina Hernández Reyes, docente de la Licenciatura en Nutrición de la Universidad del Valle de México, Campus Chapultepec.

La especialista recalcó la importancia de mantener un plan de cuidados nutricionales, puesto que se puede caer en el error de consumir energía y nutrientes en exceso, lo que desemboca en sobrepeso y obesidad, y esto en el largo plazo puede desencadenar alteraciones metabólicas que se manifiestan con resistencia a la insulina, prediabetes, diabetes, hipertensión arterial, hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, condiciones médicas que se engloban en el llamado síndrome metabólico.

En tanto, el consumo o ingesta deficiente de energía y nutrientes también pueden generar algunas consecuencias en la salud como, bajar de peso de forma descontrolada, desnutrición, baja talla y, deficiencias nutrimentales y como la anemia ferropénica.

¿Que son los Foshu?

Escuchamos mucho acerca de los alimentos funcionales, éstos tomaron relevancia en los años 80 con el nombre de FOSHU (Food with Specific Health Uses por sus siglas en inglés). Esto sucedió debido a que las autoridades sanitarias japonesas introdujeron este concepto para mejorar la salud y reducir el riesgo de contraer enfermedades en la población.

Los FOSHU se caracterizan por tener efectos benéficos específicos en la salud del consumidor como resultado de sus ingredientes (prebióticos, probióticos, antioxidantes, ácidos grasos omega-3, ácido fólico, fitoesteroles, fitoestrógenos, entre otros), o porque se le han removido aquellos componentes del alimento que pueden tener un efecto perjudicial en la salud, por ejemplo, la eliminación de componentes alérgenos, irritantes e hipercalóricos.

Nosotros consumimos un sinfín de alimentos funcionales que forman parte de una dieta habitual, si los consumimos con regularidad y en las cantidades adecuadas veremos cambios favorables en nuestra salud.

Uno de los alimentos más comunes que contienen probióticos son la leche y yogurt. Contienen cultivos vivos beneficiosos, como resultado de la fermentación, o que se han añadido para mejorar el equilibrio microbiano intestinal.

Otro alimento funcional y fácil de adquirir, son las semillas; entre ellas se encuentran la chía y linaza, cuyas propiedades son ricas en antioxidantes, fibra y Omega 3 que ayudan a reducir el colesterol y los triglicéridos.

La nutrióloga considera que se deben integrar todos los grupos de alimentos en los tres tiempos de comida, consumir agua natural y realizar actividad física.

También sugirió evitar alimentos altamente procesados, como cereales, galletas, leches saborizadas, chocolates en polvo y dulces, entre otros. Es importante también contar con verduras y frutas frescas disponibles en casa que se puedan consumir en crudo y con cáscara.

“El consumo de al menos dos litros de agua natural y de verduras y frutas frescas, ayudará al hígado, riñón y piel a eliminar o desintoxicar el organismo”, comentó.

Nada en exceso

Consumir estos alimentos en cantidades exageradas tiene su riesgo, ya que la ingesta es tolerada en cantidades apropiadas; algunos estudios reportan como efectos adversos de su consumo la distensión abdominal y el aumento en el número de las deposiciones, dolor abdominal generalizado asociado a distensión abdominal, ausencia de deposiciones e intolerancia a la ingesta de alimentos.

¿Cómo se considera que un alimento es funcional?

Reducen el riesgo de contraer enfermedades.

Los consumes de manera regular.

Benefician las funciones orgánicas del cuerpo.

Son de origen natural.

¿Por qué se considera la dieta mediterránea como FOSHU?

Incluye las grasas buenas del aceite de oliva.

El resveratrol, presente en las moras, los arándanos y, en especial, las uvas negras o en un buen vino, produce efectos antioxidantes que potencia las fibras de colágeno en la piel.

Los alimentos flavonoides, los arándanos, ciruelas, manzanas, bayas, naranjas, fresas y espinacas, entre otras protegen las células del organismo de daños que podrían contribuir al desarrollo de enfermedades.

Los frutos secos mejoran la salud cardiovascular. Al ser alimentos ricos en ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados mantienen los vasos sanguíneos saludables y controlan el colesterol.

Incluye como proteína al pescado contiene más ácidos grasos omega 3 y grasas EPA y DHA que otros alimentos, así como es fuente de vitaminas D y E, minerales como el magnesio, hierro, potasio y selenio.

LEG