El llamado “Reloj del Apocalipsis” que ilustra la gravedad de los riesgos que enfrenta la humanidad, avanzó en el último año 20 segundos y se colocó a solo 100 de la medianoche, el punto de más alta alarma desde su creación en 1947.
El Boletín de los Científicos Atómicos señaló que se mantienen en dos los riesgos que enfrenta la humanidad: la guerra nuclear y el cambio climático, agravados por la guerra informativa cibernética, que reduce la capacidad de respuesta humana.
Junto a esos tres elementos se debe de considerar que los líderes políticos del mundo han permitido el debilitamiento de la infraestructura política encargada del manejo de esos riesgos.
El Reloj del Apocalipsis se acercó a la fatal marca de la medianoche por tercera ocasión en los pasados cuatro años, añadieron los científicos atómicos.
Estamos más cerca que nunca de una catástrofe pues ahora la medimos en segundos, ya no en minutos, advirtió Rachel Bronson, presidente y directora ejecutiva del Boletín, en su presentación este jueves.
Estamos frente a una verdadera emergencia, un inaceptable estado de los asuntos mundiales que ha eliminado cualquier margen de error o demora, añadió.
Sobre las tres amenazas precisaron que los líderes del mundo han terminado o debilitado a los más importantes tratados o negociaciones sobre controles de armas, dirigiéndose a una nueva carrera armamentista nuclear.
Como ejemplos citó los conflictos políticos en torno a los programas de armas nucleares de Corea del Norte e Irán, ante los cuales la cooperación entre Estados Unidos y Rusia es prácticamente inexistente.
En cambio climático subrayaron que la preocupación pública sobre el tema creció a lo largo de 2019 gracias a las protestas de los jóvenes.
Pero la preocupación juvenil contrastó con la falla de la acción gubernamental, con representantes oficiales pronunciando finos discursos pero muy pocos planes para limitar las emisiones contaminantes de dióxido de carbono.
Y sobre la guerra informativa cibernética describieron que sigue la corrupción de la información de la cual dependen la democracia y la toma pública de decisiones.
Denunciaron que a lo largo de 2019 muchos gobiernos usaron este tipo de guerra para sembrar desconfianza entre instituciones y naciones, reduciendo los esfuerzos internacionales para fortalecer la paz y proteger al planeta.
Llamaron a que Estados Unidos y Rusia retornen a la negociación del tratado que limita las armas nucleares (INF, por sus siglas en inglés), tomen acciones para limitar la carrera en los misiles de mediano alcance, e inicien negociaciones sobre ciberguerra, militarización del espacio o tecnología hipersónica.
También pidieron que se cumplan los objetivos del Acuerdo climático de París para reducir en dos grados el calentamiento global respecto a los indices preindustriales.
Demandaron a Estados Unidos y a los firmantes del acuerdo nuclear con Irán, que trabajen en conjunto para detener la proliferación armamentista nuclear en Medio Oriente.
Desalentar y castigar el mal uso de la ciencia es otro de los renglones de atención solicitados, así como evitar que la información sobre tecnología sea usada para erosionar la confianza pública en las instituciones políticas o los medios de comunicación.
La guerra informativa cibernética es una amenaza al bien común, a la democracia y reduce la habilidad para enfrentar las armas nucleares, el cambio climático y otros riesgos.
Este boletín, que el próximo diciembre cumplirá 75 años, fue creado a la luz de los bombardeos atómicos estadounidenses de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, advirtiendo que esas armas podrían ser solo el primer regalo de la Caja de Pandora que ofrece la ciencia moderna.
EFVE