Tras 27 años, Biani López Antúnez hizo pública la carta que escribió a sus ocho años, en la que denunciaba los abusos que sufrió ella y sus compañeras de colegio a manos del sacerdote Fernando Martínez, integrante de los Legionarios de Cristo.

 

“Luego nos empezó a cargar entre las piernas, pero luego cuando usted se fue nos empezó a dar besos cada vez más cerca de la boca, pero cuando llegó a la boca nos preocupó en serio y no sabíamos a quién decirle”, plasma Biani López en su carta fechada el 14 de mayo de 1993.

 

Un año antes, Eloy Bedia (miembro de los Legionarios y una de sus principales figuras de autoridad en la actualidad), fue nombrado director territorial de la Legión, pero en una reciente carta dice que “no estaba al tanto del historial de Fernando Martínez” (Notimex 18.02.2020), abusador de al menos seis menores de edad en los colegios Cumbres de Cancún y Ciudad de México, de los que fue fundador.

 

López Antúnez señala en su texto que no confiaban en miss Aurora pera denunciar la situación, pero una de las víctimas decidió hablar con otra profesora que las llamó tras un receso para que le contaran lo ocurrido, y quien les solicitó dos semanas para resolver la situación y hablar con un sacerdote superior a Martínez.

 

La conversación con la maestra (cuyo nombre se reserva) les granjeó a las niñas -en ese entonces, porque los abusos de Martínez continuaron- evitar un mayor abuso a Belén: “y a Belén sólo la había cargado entre las piernas pero no logró aprovecharse de ella porque hablamos con la miss antes de que empezara más duro con Belén”, se lee en su caligrafía de niña de Biani López.

 

En entrevistas exclusivas con Notimex, Biani López (14.12.19), y Belén N. coincidieron en que la maestra Aurora Morales, prefecta de Disciplina era quien separaba a las niñas y las ponía a disposición del sacerdote para que abusara de ellas.

 

“No se buscan héroes… se busca justicia”

 

En su carta, Eloy Bedia subraya que se reunió con las familias de las niñas “que habían referido los hechos” -en alusión a los abusos de Fernando Martínez-, y subrayaba que “delante de Dios puedo afirmar que en ningún momento encubrí el hecho de los abusos” pero dice que en 1992 “fue el director general del entonces (sic) -Marcial Maciel- quien me envió a Cancún para encontrarme con las familias”.

 

Pero no habla sobre el despido de Lorena N, profesora del Colegio Cumbres, quien fue despedida en 1993 por denunciar los abusos de Martínez.

 

La ex maestra en la escuela compartió en sus redes sociales que padeció el escarnio de un grupo que prefirió mantener el estatus social que proteger a sus niños, que guardaron silencio ante los hechos.

 

Pese a esto, Lorena N escribió que “no se buscan héroes ni heroínas, se busca justicia y que no siga pasando en ningún lado menos en el nombre de Dios.

 

“Los abusos de los Legionarios de Cristo no han sido casos fortuitos o pocos, han sido cientos de víctimas”.

 

Pese a este testimonio, uno de tantos que se han dado a lo largo más de ocho décadas, los Legionarios de Cristo en su informe del 22 de diciembre de 2019 indican que en el ámbito civil:

 

“De los 33 -que cometieron abusos- seis fallecieron sin juicio, uno fue condenado, otro (ya removido de la pastoral) está en juicio; ‘los demás, hasta ahora, no han sido procesados por diversos motivos’”.

 

PAL