La senadora Alejandra Reynoso, del Partido Acción Nacional (PAN), no asumió la autoría del nombramiento, pero dijo que “según muchos” el canciller Marcelo Ebrard es como un “vicepresidente o presidente del exterior”, a lo que el aludido respondió: “Tenemos mucho presidente, no necesitamos vicepresidentes”.
Todo ocurrió durante la sesión del Pleno de este martes cuando, sentado detrás de ella, Ebrard escuchaba y ante tal distinción acusó de recibido; se acomodó los lentes, tomó su pluma y anotó algo sobre unas hojas blancas.
Con pausas, cual concurso de oratoria, moviendo el cuerpo de un lado a otro y haciendo énfasis, pausas y alargando algunas frases y palabras, Reynoso Sánchez lanzó:
“Señor canciller, es justo reconocer que vivimos un fenómeno inédito. El Presidente de la República al decidir no hacer viajes internacionales prácticamente le ha delegado a usted buena parte de la representación del Estado mexicano fuera del país”.
La senadora continuó, tomó un ligero respiro y decidió hacer el nombramiento. “Es usted, según muchos, un vicepresidente o un presidente del exterior, pero además se ocupa de muchos otros temas, que van desde la migración hasta la seguridad”.
Después de ella tomaron la palabra los legisladores, también del PAN, Xóchitl Gálvez, y luego de Morena, Héctor Vasconcelos, quienes hicieron algunos cuestionamientos al titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) quien compareció este martes ante los senadores.
Una vez que escuchó las intervenciones, Ebrard, bajó al estrado, caminó despacio, puso las hojas blancas en las que estuvo haciendo apuntes sobre el podio, acomodó los micrófonos e inició: “Muchas gracias por sus preguntas, sus puntos de vista. Quisiera referirme en primer lugar…”, pero se detuvo un poco y se acomodó los lentes.
Su primera disertación la utilizó para defender la política exterior, la consolidación de México frente a otros países; “ahí está el respaldo global a la propuesta de México al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que ha recibido más apoyos que ninguna otra candidatura en estos meses (…) no sólo de América Latina y el Caribe sino del resto del mundo”, dijo a los senadores con un tono expositivo.
Por un momento, el jugueteo de sus lentes iba al ritmo de sus respuestas. Por momentos los doblaba y sujetaba en una mano y por otros tomaba una de las patillas para desmentir acusaciones de que se otorga asilo político a modo.
“Decirles también que respecto al asilo, si ustedes me permiten, les leería yo un párrafo de una carta que recién recibí. Dice: ‘me es grato dirigirme a usted (…) expresarle mi más profundo agradecimiento por su valioso apoyo y colaboración (…) durante el transcurso de la detención y prisión arbitraria de la cual fui objeto por parte de organismos de seguridad del Estado (…)”.
“Y no lo firma alguien en Bolivia, lo firma Edgar Zambrano en Venezuela, de la oposición venezolana. Y se le dio respaldo y asilo siguiendo la tradición mexicana (…) no es verdad que hayamos aplicado el asilo sólo cuando hay una coincidencia, lo hemos aplicado en todos los casos”, aseguró.
Pero no paró ahí y respondió a la senadora del PAN. “Se me dice aquí (…) que si yo tengo funciones de vicepresidente. No, en México no hay vicepresidentes, soy secretario de Relaciones Exteriores, ahí están las facultades establecidas en la ley”.
“No aspiro a nada, más que a cumplir con mi trabajo. Tenemos mucho presidente y no necesitamos vicepresidentes”, dijo poniendo énfasis en sus palabras.
Al final de esa primera intervención se definió como “un servidor público más” que en los últimos meses ha tenido que participar, además de en la política exterior, en temas de seguridad del interior del país.
fahl