Foto: Reuters Los incendios, aún con unos 130 focos activos, afectan desde principios de octubre el este de Australia y han causados seis muertos  

Los voluntarios que se unen a los cuerpos de bomberos pasarían de héroes a villanos en los incendios de Brasil, registrados en septiembre pasado y los que aún dañan amplias áreas de Australia, pues unos cinco fueron acusados de iniciar intencionalmente algunos de los siniestros.

 

En el caso de Brasil, cuatro miembros de la Brigada contra Incendio del distrito administrativo Alter do Chão, en el sureño estado de Pará, fueron detenidos por la Policía Civil por su presunta provocación de fuego en el Área de Protección Ambiental (APA), en el extremo norte de la Amazonía, hace unos dos meses.

 

La investigación sobre las causas de los incendios arrojó pruebas de la presunta participación de los cuatro miembros de la Brigada, así como de otras organizaciones no gubernamentales, de acuerdo con reportes de la prensa local.

 

El Departamento de Bomberos y el Ejército llegaron a la zona cuando ya había tres focos de fuego activos iniciados por los brigadistas que supuestamente los estaban apagando. “Ellos tenían información privilegiada e imágenes de los incendios que eran sospechosas”, dijo la Policía Civil.

 

Señalaron que los brigadistas iniciaban el fuego, lo grababan y publicaban, para que luego la población les convocara a auxiliar. Su objetivo era generar donaciones para los bomberos de las ONGs.

 

Los cuatro bomberos están presos de forma preventiva, mientras su Brigada los defendió en un comunicado y aseguró que son inocentes; lo único que hicieron fue colaborar en el combate contra los incendios desde 2018 y en 2019.

 

Además, recordó que hubo un curso impartido por bomberos, Defensa Civil y la Secretaría de Medio Ambiente y Turismo para formar a brigadistas voluntarios.

 

Los incendios en el Amazonas trascendieron al plano internacional entre agosto y septiembre y desencadenaron protestas de defensores del medio ambiente culpando al gobierno del presidente Jair Bolsonaro de no proteger la selva.

 

Una situación similar ocurrió en Australia, donde a Blake Banner, bombero voluntario de 19 años, se le atribuyen al menos siete de los siniestros forestales que afectan miles de hectáreas en el estado de Nueva Gales del Sur.

 

La policía lo arrestó bajo la acusación de provocar deliberadamente siete incendios en la costa sur del estado antes de unirse a las labores de extinción como parte del cuerpo de bomberos, y la Justicia presentó cargos en su contra.

 

El Servicio de Bomberos Rurales del estado, citado por la prensa local, dijo que hay pruebas contundentes, una de ellas es que Banner fue visto en unos matorrales cerca de Bega, a unos 500 kilómetros de Sydney, lugar que empezó a arder poco después de que se retirara.

 

En caso de resultar culpable, el joven causaría un daño irreparable a la organización, ya que ser incendiario es la máxima forma de traición al cuerpo de bomberos y a la comunidad en general.

 

Los incendios, aún con unos 130 focos activos, afectan desde principios de octubre el este de Australia y han causados seis muertos, cientos de casas destruidas, más de 1.5 millones de hectáreas devastadas y el deceso de unos 350 koalas endémicos y otros animales.

 

RYHP