Los incendios forestales que arrasan el este de Australia se extendieron este miércoles a varias zonas del sur del país, motivados por altas temperaturas que superan los niveles normales de noviembre, y alcanzaron la categoría de “catastróficos”, la más alta.

El Servicio de Bomberos del País (CFS, por sus siglas en inglés) combate más de 45 incendios en condiciones catastróficas con temperaturas de más de 40 grados centígrados (°C) y fuertes vientos que derriban líneas eléctricas en regiones sureñas, entre ellas la península de Yorke, la Isla Canguro y las Cordilleras Mount Lofty.

En la ciudad de Yortetown, en el sur de la península de Yorke, fue declarada una advertencia de emergencia ante el foco activo que ha consumido unas cuatro mil hectáreas y sigue ardiendo de forma incontrolable, pese a los esfuerzos por contenerlo. La alerta fue emitida en otras zonas como Angaston, en el valle de Barossa, y cerca de Port Wakefield, debido a varios incendios.

El CFS, citado por la cadena Australian Broadcasting Corporation (ABC), señaló que más de seis mil propiedades permanecen sin electricidad, más de 100 escuelas fueron cerradas y miles de personas evacuadas.

Desde el martes las autoridades advirtieron que la situación empeoraría con el aumento de la temperatura, incluso se han alcanzado los máximos de noviembre en lugares como Hindmarsh Island, Parndana, Murray Bridge, Kingscote, Stenhouse Bay, Robe, Parafield Airport, Keith, Padthaway South y Clare.

Para esta tarde se registraron 43.4°C en Smithville, en Nueva Gales del Sur (este), 42°C en Victoria (sur), en Ballera, en Queensland, 43.7°C, y Lajamanu, en el Territorio del Norte, 42.7°C.

En el norte de Victoria, las autoridades emitieron el “código rojo”, equivalente a la advertencia catastrófica, y pidieron a las habitantes evacuar lo antes posible. La Oficina Meteorológica indicó que se alcanzaron temperaturas récord y se espera un cambio frío que se extenderá lentamente por el sur de Australia.

Los incendios forestales han consumido vastas áreas del este de Australia, principalmente en los estados de Nueva Gales del Sur y Queensland, en las últimas semanas, y de acuerdo con los reportes las condiciones empeorarán con la subida de las temperaturas, los fuertes vientos y la peor sequía, aunque el verano aun no comienza.

La temporada de incendios en Australia se debe, según expertos y científicos, entre otros factores al cambio climático, que la ha hecho más larga e intensa. La Oficina Meteorológica señala que el fenómeno ha causado el aumento de los eventos de calor extremo y la sequía, así como otros desastres naturales.

 

CS