Retrocedamos un poco en el tiempo. En julio de 2018 aun cuando no había tomado posesión este gobierno, Alfonso Durazo declaró en una entrevista que en un periodo de tres años se buscaría tener estándares de seguridad similares a los de los países que integran la OCDE, donde hay menos de cuatro homicidios por cada 100 mil habitantes.

La declaración fue bastante arriesgada, porque esto era prácticamente imposible, tanto por la magnitud de la reducción, como por el tiempo que se consideraba. En el 2018 nuestro país cerró con una tasa de 23.1 homicidios, para llegar a una tasa de 4 por cada 100 mil habitantes, implicaría una reducción de 477%. La discusión nos permite preguntar ¿Cuál es el plazo y el número correcto para hacer una reducción considerable de los indicadores de violencia en el país, como los homicidios?

Al analizar las tasas de homicidios de los países de la misma región —catalogada como la región más violenta del mundo—, encontramos que ningún país ha logrado una hazaña como la que en su momento planteó el ahora secretario, y menos en una cantidad de tiempo tan corta. De acuerdo con los indicadores de Banco Mundial, Colombia pasó de tener una tasa de homicidios de 81.4 en 1991 a 24.9 en 2017; una reducción de 226% en un periodo de 27 años. El Salvador, pasó de 142 homicidios por cada 100 mil habitantes en 1995, a 61.8 en 2017, lo que representa una reducción de 130% en un periodo de 23 años. Honduras pasó de 85.1 a 41.7 homicidios por cada 100 mil habitantes, de 2011 a 2017. Una reducción en el número de homicidios de 104% en un periodo de 7 años.

Todos los cambios significativos requieren de un gran tiempo para llevarse a cabo, especialmente en el tema de la seguridad. Esto viene a colación por una declaración que hizo en fechas recientes el presidente Andrés Manuel López Obrador. Comentó que para resolver el tema de la inseguridad requería un año más. Independientemente de que no citó una métrica específica, fue un anuncio importante, por las implicaciones de resolver el principal problema que aqueja al país en un plazo tan corto de tiempo. Pero vale la pena tomarse las cosas con calma.

Desde el inicio de este gobierno en diciembre del año anterior, el promedio de homicidios dolosos y feminicidios reportados por el secretariado ejecutivo (SESNSP) ha estado por encima de los 90 homicidios diarios, sobrepasando los 100 en los meses de febrero y junio. Si queremos mejorar, se deben establecer metas que sean alcanzables en el corto y mediano plazo. Una primera sería que los homicidios estén por debajo de los 80 diarios, lo cual no sucede desde julio de 2017, cuando fue de 79.9. Esto implicaría una reducción de 20%, lo cual es una meta difícil, pero alcanzable. Además, los homicidios no se concentran en todo el territorio nacional, por lo que habría que focalizar la estrategia en los lugares donde más se registran.

A todos nos gustaría que el problema de la violencia y la inseguridad se solucionara en un año, pero hay que estar conscientes de que será muy complicado que se logre reducir de manera importante la incidencia en tan poco tiempo. Demos más tiempo a la estrategia de seguridad que ha impulsado este gobierno y establezcamos metas que sean alcanzables. Avanzar requiere tiempo y para evitar cualquier un tropiezo, es mejor hacerlo paso a paso.

* Arturo Ávila Anaya, presidente IBN/B Analitycs y experto en Seguridad Nacional por Harvard (NIS).
@ArturoAvila_mx