Al complicarse la salida de Evo Morales de Bolivia, por un negativa del Gobierno de Perú, el presidente Andrés Manuel López Obrador externó un reconocimiento a las secretarías de Relaciones Exteriores y de la Defensa Nacional.

“El general secretario de la Secretaría de la Defensa (Luis Sandoval), que estuvo a cargo de la operación (…) al oficial que tenía que llevar a cabo esta misión, un oficial del más alto rango, un general”, expresó en conferencia, “e inmejorable, la actuación del secretario de Relaciones Exteriores (Marcelo Ebrard) y de su equipo. Por eso salimos bien”.

Ebrard acotó que se trata del general Miguel Eduardo Hernández: “Estamos muy agradecidos con la Fuerza Aérea de México, siempre su profesionalismo impresionante, una sangre fría, fuera de serie; y también habilidad para poder dialogar con la contraparte en ese momento tan complicado”.

Y es que fue quien enfrentó las negativas desde el espacio aéreo, pues una vez que se tenía al ex presidente, Perú argumentó “valoraciones políticas” para no permitir que el avión de la Fuerza Aérea Mexicana regresara a su espacio aéreo.

“Fue muy difícil, muy tenso, porque en torno al aeropuerto (…) estaban sus seguidores, y al interior había elementos de las Fuerzas Armadas de Bolivia”, detalló.

A las 11:00 horas, el boliviano llegó a bordo de un avión de la Fuerza Aérea Mexicana procedente de Paraguay, al no contar con autorización para volar sobre cielo peruano.

Tras tocar suelo mexicano, la aeronave se dirigió al hangar del 6 Agrupamiento Aéreo, ubicado en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Descendió de la aeronave y fue recibido con una palmada en la espalda por Ebrard, quien le entregó un saludo de López Obrador “y de todo el pueblo de México”, y subrayó que gozará de libertad en tierras mexicanas.

Morales, quien llegó acompañado del ex vicepresidente del país, Álvaro García Linera; y la ex ministra de Salud, Gabriela Montaño, en un breve mensaje agradeció al Presidente mexicano por otorgarle el asilo político y “salvarle la vida”.

“El pasado 9 de noviembre, cuando llegaba a Cochabamba, un miembro del Ejército me informó que habían ofrecido una recompensa de 50 mil dólares por entregar mi vida”, afirmó el indígena aymara.

Además, señaló que mientras tenga vida seguirá en política y en la lucha: “Estamos seguros de que los pueblos de mundo tienen todo el derecho a liberarse. Pensé que habíamos terminado con la opresión, con la discriminación, con la humillación, pero surgen otros grupos que no respetan la vida y menos a la patria”.

El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, dijo que garantizarán la seguridad de Morales, y precisó que no serán elementos de la Guardia Nacional”, expresó.

Morales y sus acompañantes fueron trasladados en un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana en compañía del canciller mexicano, con rumbo desconocido, ya que el Gobierno Federal informó que, por protocolos de seguridad no dará a conocer su ubicación.

CON INFORMACIÓN DE DANIELA WACHAUF

Xavier Rodríguez

LEG