Adrian Trejo
 

El presidente López Obrador se reunió con su gabinete legal y ampliado para tratar dos temas principales: recordarles que él es quien define la estrategia de seguridad y pedirle que apuren la aplicación de programas sociales.

Lo del tema de la seguridad no deja de ser una piedra en el zapato del Presidente, incluso más molesta que el tema del estancamiento económico.

Nomás no encuentra la fórmula de que la gente –y aún su propio gabinete, que por salud institucional se guarda sus opiniones en contra-, le crea.

Si bien la estrategia de seguridad le ha generado la mayoría de las críticas en los meses recientes, el asesinato de la familia LeBaron, de origen estadounidense pero con doble nacionalidad, encendió los focos rojos.

Tan es así, que en lugar de enviar al secretario de Seguridad federal, Alfonso Durazo, decidió que el encargado de atender los reclamos fuera ¡el secretario de Relaciones Exteriores!, el vicepresidente Marcelo Ebrard Casaubón.

¿Por qué Ebrard? Porque le ha resuelto, bien o mal, los problemas que ha tenido el Gobierno de la 4T con Donald Trump.

El ejemplo más cercano es cómo Ebrard negoció la política migratoria nacional para evitar que el Gobierno estadounidense aplicara impuestos progresivos a los productos mexicanos.

Esa negociación provocó el endurecimiento de la política migratoria nacional, que hasta antes de la amenaza de Trump había sido “de fronteras abiertas”.

El asesinato de los nueve integrantes de la familia LeBaron le costó, en términos de imagen internacional, la unificada y durísima crítica de todos los medios, electrónicos y escritos, de la prensa de Estados Unidos.

Y, como dice él, “eso si calienta”.

Las investigaciones correrán a cargo de la Fiscalía General de la República y del FBI, porque aunque se diga lo contrario o se quiera ocultar cualquier participación, el gobierno de Trump utilizará el caso para hacerse de algunos puntos en su carrera por la reelección.

Y sí, López Obrador y su política de seguridad resultaron ser los mejores aliados del presidente Trump.

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Con eso de que López Obrador cree que no ha sido despectivo y ofensivo con la prensa, habrá que ver qué es lo que dice hoy durante la tradicional comida que ofrecen los empresarios de la radio y la televisión al jefe del Ejecutivo.

Hoy los concesionarios de la radio y la televisión agrupados en la CIRT, cierran su reunión anual con la comida a la que está invitado el Presidente y su gabinete.

Habrá que estar atentos a lo que diga López Obrador ante los miembros de la CIRT, con quienes hasta el momento parece tener buenas relaciones, no así con la prensa escrita.

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El pleno del INE resolvió por siete votos a favor y tres en contra, reconocer a Fernando González como presidente de las Redes Sociales Progresistas (RSP).

Con esta decisión del INE se acaba la discusión sobre la titularidad de la representación de las RSP, aunque el grupo que encabeza el ex dirigente Juan Iván Peña Neder puede recurrir aún al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Las RSP son la asociación política que está más cerca de cumplir con los requisitos para solicitar, en enero, su registro oficial como partido político.

Resuelta legalmente la disputa por la presidencia, González se encamina a la realización de las últimas cuatro asambleas estatales y a la nacional para cumplir con la reglamentación del INE.