¿Con la anulación del proceso de selección del presidente nacional de Morena quién gana? ¿Yeidckol Polenvsky que por todos los medios trató de anular el método de selección aprobado? ¿Bertha Luján que el martes fue recibida por los diputados no como candidata sino como presidenta?
¿Mario Delgado, que quiere pero nomás no puede? ¿Alejandro Rojas Díaz-Durán, suplente de Ricardo Monreal, que está en una cruzada permanente en contra de lo que llama “la nomenclatura”?
Todos pierden, algunos más, otros menos, pero el desastre electoral los persigue a todos.
El poder pareció transformar a Morena; si antes de la elección presidencial fueron un movimiento compacto, la asunción al poder lo convirtió en el adefesio electoral que tanto criticaron.
Increíblemente, Morena puede perder la ventaja que le representa ser el partido del gobierno –antes decían en el gobierno-, y el peso específico que le representa la marca López Obrador.
Hoy seguramente el jefe del Ejecutivo se pronunciará sobre el tema.
López Obrador ha dicho que no intervendrá en asuntos partidistas y por el rumbo que ha tomado la elección del dirigente nacional, parece cierto.
O parcialmente cierto pues ahora con la anulación del proceso, decretada por el Tribunal Electoral de Poder Judicial de la Federación, el camino que queda es el de la encuesta, método sugerido por el Jefe del Ejecutivo.
Pero no piensen mal, fue casualidad.
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La asociación política Grupo Social Promotor de México, es la primera en cumplir los requisitos para convertirse en partido político.
Dicha asociación fue impulsada por el ex presidente del Partido Nueva Alianza (Panal), Luis Castro Obregón, quien en marzo se deslindó completamente de toda actividad política.
No tiene nada que ver con el que seguramente será partido político, integrado por quienes formaron en su momento Nueva Alianza.
Lo paradójico del asunto sería que el Panal renaciera –con nuevo nombre-, y que las Redes Sociales Progresistas (RSP), la otra asociación que busca su registro como partido político, impulsado por la profesora Elba Esther Gordillo –como hizo con el Panal-, no llegaran a la meta a causa del pleito por su dirigencia nacional.
El INE tiene que notificar en estos días a quién reconoce como dirigente de la RSP.
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De una manera hasta grosera, los diputados devolvieron al Senado el artículo transitorio de la Ley de Ingresos con el que se pretende legalizar los “autos chocolate”.
Aunque el Senado fue explícito en la explicación del rechazo a tal propuesta, los diputados, de todos los partidos, pero sobre todo de Morena, acusaron que la Cámara alta se puso al servicio de la industria automotriz por encima del “interés del pueblo trabajador” que no puede comprarse un auto nuevo de fabricación nacional.
No cayó bien el Senado el tono de algunos legisladores; y seguramente en el mismo les responderán, porque hasta para reclamar hay formas.
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Tan planchadito que se veía el tema y a la hora buena ninguno de los tres candidatos a la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), logró la mayoría calificada para quedarse con el puesto.
Dos votaciones en el pleno fueron insuficientes para sacar al ganador de la terna compuesta por José de Jesús Orozco, Arturo Peimbert y Rosario Piedra Ibarra.
Incluso la bancada de Morena se dividió entre Peimbert y Piedra Ibarra.
El martes habrá una nueva votación por cédula y si ninguno obtiene la mayoría calificada habrá que elaborar una nueva terna.