Rusia advirtió el miércoles a las fuerzas kurdas sirias del YPG que enfrentarán un mayor conflicto armado con Turquía si no cumplen con un acuerdo alcanzado entre Moscú y Ankara que pide su retiro desde la frontera noreste de Siria.

 

La advertencia de Moscú se conoció poco antes de que las fuerzas de seguridad rusas y sirias comiencen a supervisar la retirada de los combatientes y armas del YPG en un área de al menos 30 kilómetros desde la frontera de Siria, bajo un acuerdo alcanzado por los presidentes Vladimir Putin y Tayyip Erdogan.

 

El retiro completo del YPG representaría una victoria para Erdogan, quien lanzó una ofensiva transfronteriza el 9 de octubre para expulsar a la milicia kurda y crear una “zona segura” para el regreso de los refugiados sirios.

 

El acuerdo, que amplía uno mediado por Estados Unidos la semana pasada, también subraya la dominante influencia de Putin en Siria y sella retorno de las fuerzas aliadas al presidente Bashar al-Assad al noreste de Siria por primera vez en años, al respaldar el despliegue de guardias fronterizos sirios desde el mediodía del miércoles (0900 GMT).

 

Seis días después, las fuerzas rusas y turcas comenzarán a patrullar en conjunto una franja de 10 kilómetros en el noreste de Siria donde estuvieron desplegados durante años los soldados estadounidenses con su antiguos aliados kurdos.

 

Esos cambios reflejan el vertiginoso ritmo de los cambios en Siria desde que el presidente Donald Trump anunció el retiro de las fuerzas estadounidenses desde el norte del país previamente este mes, alterando el equilibrio militar en un cuarto del país después de ocho años de conflicto y de frentes estancados.

 

Los comandantes de las milicias kurdas aún deben responder al acuerdo alcanzado en Sochi, Rusia, y no está claro de inmediato cómo se aplicará el retiro.

 

Un comunicado conjunto emitido por rusos y turcos después de seis horas de negociaciones entre Putin y Erdogan dijeron que establecerían un “mecanismo conjunto de verificación y seguimiento” para supervisar la implementación del acuerdo.

 

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, fue más severo. Si las fuerzas kurdas no se retiran, los guardias fronterizos sirios y la policía militar rusa tendrían que retirarse. “Y las restantes formaciones kurdas luego enfrentarán el peso del Ejército turco”, sostuvo.

 

PAL