Foto: Reuters Cincuenta pasajeros y tripulación de la aerolínea Qantas fueron equipados con dispositivos tecnológicos para probar su bienestar durante el vuelo en el Boeing 787 Dreamliner  

La aerolínea australiana Qantas dio un paso más para cumplir sus ambiciones de lanzar viajes de ultra larga distancia tras completar el vuelo comercial entre Estados Unidos y Australia sin escala, que aterrizó con éxito en el aeropuerto de Sydney esta mañana tras poco más de 19 horas de vuelo.

Cincuenta pasajeros y tripulación de la aerolínea Qantas fueron equipados con dispositivos tecnológicos para probar su bienestar durante el vuelo en el Boeing 787 Dreamliner desde el Aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York, destacó la australiana ABC.

 


La aerolínea australiana puso a prueba el vuelo comercial más largo del mundo, para conocer los límites que pueden soportar tanto pasajeros como tripulación y pilotos.

La investigación se recopilará con la esperanza de minimizar el desfase horario y ayudar a los pilotos a administrar sus patrones de trabajo y descanso.

Este fue el primero de tres vuelos de prueba, para garantizar que volar a distancias tan largas se pueden hacer de manera segura y cómoda.

El vuelo partió la víspera del aeropuerto John F. Kennedy a las 21:00 hora local y aterrizó en Sydney después de aproximadamente 19 horas y 16 minutos. Nunca antes ninguna aerolínea comercial ha emprendido un vuelo de 16 mil 200 kilómetros continuos, la distancia existente entre esas dos ciudades.

La aeronave contó con una carga de gasolina que supera los 100 mil kilogramos, suficientes para aterrizar con un sobrante que le permitiría volar 70 minutos más. Casi la mitad del peso del avión al momento del despegue será combustible.

Qantas considera introducir el servicio de Nueva York a Sydney volando en el Boeing 787-9 desde 2022.

Un segundo vuelo de prueba irá desde Nueva York a Sydney, mientras que el último llegará a Sydney desde Londres.

CS