Gerardo Martino terminó una jornada más con su Selección y los números le vuelven a favorecer, realizando una labor más al futuro que al presente, resolviendo el día a día con diferentes convocatorias, con la mira puesta en el futuro y ganando juegos que son victorias obligatorias.

El técnico argentino me ha gustado en su planeación de trabajo. Debo de ser congruente y aceptar que nunca me gustó la rotación de jugadores de Juan Carlos Osorio, por lo cual debería criticar al Tata también este constante movimiento de futbolistas en su plantilla.

Sin embargo creo que es diferente, tanto en los tiempos, como en las formas.

Martino ya nos mostró que su esquema el 1-4-3-3 (para que no se enojen los porteros y nuevos puristas del futbol). Ese no lo cambia, quizás hasta nos falta verle una variante, de acuerdo al partido.

Pero al momento de hablar de una alineación titular, la verdad está solo la conoce él y quizás alguno de sus colaboradores más cercanos.

El porqué, es simple, ha preferido conocer tanto al futbol mexicano, en su sistema de competencia, en su problemática interna, así como a los jugadores, con sus defectos y virtudes, aprovechando que la competencia no le exige tener ya su 11 más importante.
Con la famosa Copa de Naciones y al no poder tener por ahora amistosos de un buen nivel, Martino no se tiró por la fácil. Esto me gusta. Tomó el camino de la planeación y trabajo conjunto con la Comisión de Selecciones y así ir encontrando nuevas posibilidades para su Tri mayor y ayudar con el trabajo de la Selección preolimpica, que es el reto más importante que tiene nuestro fUtbol en su futuro inmediato.

Esto va a continuar en la fecha FIFA de noviembre donde volveremos a ver a Panamá y Bermudas. Martino declaró que posteriormente los jóvenes (Macias, Calderón, Alvarado, Sánchez, etc) deberán ya enfocarse y trabajar con Jaime Lozano, lo cual aplaudo.

Porque el próximo año es el preolimpico y los Juegos Olímpicos de Japón, este equipo que también está en pie, ya necesita empezar a definir un equipo titular, porque Lozano ya debe de terminar su período de observación y comenzar a parar un equipo base, que será favorito al competir en Guadalajara, pero, donde la confianza no puede existir.

De tal manera, en el próximo año espero que Martino nos defina su cuadro titular con una fase final de la Copa de Naciones, que tendrá un grado mayor de dificultad que una Copa de Oro, por el simple hecho de las visitas a realizar, donde cambian mucho las cosas a jugarse en una sola sede.

Parece ser que el camino se va cumpliendo bien, claro que hay dudas que nos gustaría otra preparación, pero esta ruta es la que nos toca seguir y al parecer el piloto sabe bien como ir avanzando al destino final que es la Copa del Mundo.

Por cierto, para el preolimpico, al no ser oficial de FIFA, necesitamos una gran labor de Gerardo Torrado y compañía, para que los equipos presten a los jugadores y lo que se está haciendo tenga también un final feliz.