Ante las medidas que la Federación Mexicana de Futbol adoptó para erradicar el grito de puto en los estadios de nuestro país, la afición se ha comportado en algunas sedes, aunque no en todas.

El Estadio Azteca vivió el clásico nacional, y tanto seguidores de Chivas como de América, le gritaron al portero rival, pero no fue masivo, y es que la mayoría de los seguidores entendieron que ya hay muchas cosas en riesgo.

De las jornadas 11 a la 14, los partidos de la liga MX vivirán una etapa de advertencias donde el sonido local lanzará amonestaciones por el sonido local para que los asistentes entiendan lo que está en juego de mantenerse el grito homofóbico.

La mayoría de los aficionados entendieron que hay mucho en juego, y es que de seguir con el grito, sus equipos podrían descender de división. Además, la Selección mexicana también se puede quedar sin acudir al mundial de Qatar.

En otra sede donde hubo futbol en la capital, fue en CU, y se escuchó el grito de forma muy tímida, y los que no lo hicieron, le pidieron a los que si lo gritaron, que ya pararan. La famosa Rebel, porra de los Pumas, se comportó de buena forma, y no grito en el triunfo de los universitarios sobre Santos.

En general hubo buen comportamiento de los fanáticos en las sedes, pero todavía hay muchos que no han entendido la importancia de acatar las reglas que vienen desde la FIFA.

LEG