Este mes, cerca del final de temporada de derretimiento, investigadores alemanes descubrieron que sólo 3.9 millones de kilómetros cuadrados en el océano Ártico está cubierta por hielo, lo que podría ser el segundo mínimo anual registrado.

Desde que iniciaron las mediciones satelitales en 1979, es la segunda vez que el mínimo anual de la cobertura de hielo cayó por debajo de los cuatro millones de kilómetros cuadrados, informaron expertos del Instituto Alfred Wegener y de la Universidad de Bremen.

El geofísico Christian Haas y el doctor Gunnar Spreen,  explicaron que los datos muestran que entre marzo y abril de este año hubo “una disminución inusualmente grande en la extensión del hielo marino, de la cual el hielo del Ártico no pudo recuperarse”.

Los investigadores advirtieron que en las próximas semanas, el hielo retrocedería aún más, pues el calor almacenado en el agua podría continuar derritiendo la parte inferior del hielo.

Haas y Spreen reconocieron existe la posibilidad de que si las temperaturas descienden mucho más en los próximos días, la capa de hielo podría aumentar nuevamente.

El extra:

Sumado al problema del calentamiento global, el hallazgo de casi 300 focas muertas en Alaska en menos de un año motivó al Servicio Nacional de Pesca Marina (NMFS, por sus siglas en inglés)  de EU a iniciar una investigación.

 

La razón es la elevada cifra de decesos, casi cinco veces el promedio de varamientos.

 

El NMSF (The National Marine Sanctuary Foundation), señaló se trata de un evento de mortalidad inusual sobre el cual se buscará establecer los motivos.

 

Hasta ahora y desde el 1 de junio de 2018, se han reportado 282 focas de diferentes especies muertas en las costas del Ártico.

 

Se trata de 85 focas barbudas, 66 anilladas, 40 manchadas y otros 91 ejemplares no identificados hasta ahora en los mares de Bering y Chukchi.

 

LEG