Foto. Especial Pável Granados destacó la trascendencia de esta institución gubernamental en la preservación y uso de los archivos sonoros como recurso histórico  

Al dictar la conferencia magistral Presencia de la Fonoteca Nacional: La voz como documento histórico, su Director General, Pável Granados, destacó la trascendencia de esta institución gubernamental en la preservación y uso de los archivos sonoros como recurso histórico, ya que, aseguró, la Fonoteca es más que música; es la cultura de una memoria histórica.

 

En la sala de la Unidad de Investigación Multidisciplinaria II (UIM), de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán de la UNAM, comentó que la Fonoteca Nacional tiene como misión hacer la cultura del escucha, por lo que juega un papel trascendente en la conservación sonora. Relató que este organismo público es “sobreviviente del diluvio universal, de un siglo donde no se consideraba el reguardo de los archivos”.

 

Hoy, subrayó, es un orgullo nacional; “una pasión que nos une a todos”. La Fonoteca preserva cerca de 600 mil archivos, de los cuales, por el proceso que implica la restauración y digitalización, solo han puesto en línea 200 mil. Y para el resto, reveló, se calculan, aproximadamente, 79 años de trabajo documental y continuar con el tratamiento del acervo auditivo.

 

Como ejemplo de este enorme trabajo de recopilación sonora, abordó con los alumnos y académicos presentes en su conferencia, la conservación de algunas radionovelas, como Chucho el roto, que se transmitió durante casi once años y se conservan 3149 capítulos. Incluso, mencionó el acervo cuenta con entrevistas a Octavio Paz, Xavier Villaurrutia, Alfonso Reyes y Diego Rivera entre muchos más.

 

Pável Granados destacó el trabajo realizado en esta institución para poder conservar el audio como documento histórico, porque nos permite reconocer una época por los sonidos y la recreación de éstos para conocer el ambiente, los usos, las costumbres así como la voces de las generaciones pasadas. Y para ello; “se puede educar el oído para escuchar los contextos”.

 

El también editor y curador musical, habló de los procesos en los que, mediante diferentes filtros, espectrogramas y otras técnicas, es posible escuchar una época detenida en diferentes tipos de archivos, cuyo proceso de digitalización, por ejemplo, de 30 minutos, puede representar varios meses de labor, en un espacio donde trabajan hasta 130 personas, todo para lograr la mejor conservación de audios.

Al respecto, puntualizó el caso de la grabación que salió a la luz de la probable voz de Frida Kahlo, narrando una descripción de Diego. Reconoció que es muy difícil asegurar que el audio pertenezca a la pintora, a pesar de indagar en distintas fuentes cercanas a ella, no se pudo corroborar que fuera ella. No obstante, el Director General de la Fonoteca Nacional definió que, a raíz de una plática que sostuvo con Elena Poniatowska; “la grabación tiene valor literario, porque podemos considerarla como la forma de narrar de una época”.

 

 

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