Foto: Cuartoscuro Rechazó las afirmaciones del presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, respecto a que el sistema recaudatorio es un feudo, porque hasta los ayuntamientos cobran algún gravamen  

El secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Arturo Herrera, aseguró que el Paquete Económico 2020 que enviará al Congreso el 8 de septiembre próximo, reflejará una política fiscal responsable.

Reconoció que si bien todavía no tienen la última versión del marco macroeconómico ni está definido el superávit primario; se deben construir finanzas más sobrias para enfrentar las necesidades internas del país.

En los próximos años, dijo, se requiere “ir construyendo finanzas más sobrias para que nos permita enfrentar no solamente las necesidades internas del país ni los temas relacionados con la actividad económica, sino también para que nos permita enfrentar con mayor fortaleza, los vaivenes de los conflictos económicos a escala internacional”, señaló.

Al participar en el conversatorio México, integración económica mundial y política comercial organizado por el Senado de la República, pidió a la Federación, los estados y municipios mejorar su recaudación fiscal para no depender de los ingresos petroleros por ser volátiles.

“Recaudamos menos, pero además lo que se ha probado a lo largo de los años es que los ingresos petroleros son poco confiables, porque son muy volátiles. Las finanzas públicas en cualquiera de los tres órdenes de Gobierno no tiene la flexibilidad para absorber esos cambios y por lo tanto las fuentes principales de los ingresos tienen que ser las fuentes de cada uno de estos niveles”, declaró.

El titular de Hacienda reiteró que entre la segunda semana de septiembre y finales de octubre próximos, el Congreso canadiense podría ratificar el Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá conocido como T-MEC.

Informó, además, que será en 2020 cuando el G20 y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) definan el acuerdo para gravar la economía digital, donde existen dos posturas: una que impulsa Estados Unidos y que pide que las apps se graven donde fueron desarrolladas y otra, que impulsan diversos países europeos y México en la que se pide que esa tecnología se grave en el país de consumo.

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