Foto: Cuartoscuro/Archivo A través de redes sociales fue denunciado el asalto e intento de secuestro por parte de un conductor de Uber, en Ecatepec, Estado de México  

A través de redes sociales fue denunciado el asalto e intento de secuestro por parte de un conductor de Uber, en Ecatepec, Estado de México.

 

En Twitter, la usuaria Brenda de la Mora contó que el chófer de una aplicación de servicio de transporte privado trató de secuestrarla, además la amenazó con un arma.

 

 

La joven explicó que tuvo que saltar del auto en movimiento mientras transitaba sobre la carretera en Ecatepec, luego corrió en sentido contrario y gritó para pedir ayuda, aunque el camino se encontraba a oscuras y solo.

 

 

“Pensé que me iba a matar”, contó la joven al narrar que el conductor trató de alcanzarla al echarse en reversa, pero un auto apareció y se detuvo para ayudarla.

 

 

Señaló que había tomado todas las precauciones al abordar el vehículo, como compartir en tiempo real su ubicación y revisar que los datos del automóvil y del chófer coincidieran con lo que la app muestra.

 

 

Añadió que fue gracias a Dios y a sus ganas de luchar y no morir a manos de alguien sin escrúpulos lo que permitió que siga con vida; además recordó que no es la suerte que corren muchas mujeres en el país.

 

 

En un hilo de tuits, Brenda narró los hechos, la manera en que rogó no ser lastimada y consiguió salir con vida:

 

“Antes de atacarme y ponerme un arma en la cabeza, aventó mi teléfono por la ventana. Cuando baje del coche lo busqué, lo encontré y fue la manera en la que pude pedir ayuda. Por que estaba en una carretera en Ecatepec en medio de la nada”.

 

“Les pido dar #Rt #NiUnaMas #NiUnaMenos esta CABRON lo rápido y sencillo en que pueden matar a una persona en este país. El conductor sabiendo que se tiene registros de sus generales, actuó valiéndole madre porque seguramente no es la primera vez y sabe que no hay castigo”.

 

“No sabes cómo le pedí al conductor que no me hiciera nada, que se llevara las cosas y que no había necesidad de lastimarme. No saben cómo le pedí a Dios que no me dejara morir así. Le pedí que me permitiera ver a mi hijo crecer…”.

 

 

“Y entonces me pude safar, porque me tenia abrazada con el arma en mi cara. Logré alcanzar el volante para descontrolar el coche, porque preferí morir prensada en un accidente que quien sabe dónde y cómo….”.

 

“Me aventé del coche, di como 3 vueltas, me paré, corrí y grité con un miedo y una desesperación en tacones literalmente por mi vida. Ninguna, ninguna persona merece sentir que debe luchar por su vida, simplemente porque otra persona piensa que puede arrebatarla nomás porque si”.

 

 

 

 

fahl