La división en Morena que ya se vivía en la Cámara de Diputados quedó destapada ayer y no deja lugar a dudas sobre quién la encabeza.

Sucede que la diputada Dolores Padierna anunció que presentará una iniciativa que, de aprobarse, garantice que el partido que tiene la mayoría ocupe los tres años de la Legislatura la presidencia de la Mesa Directiva.

No es raro –y de hecho es su obligación- que un diputado presente una iniciativa, la que sea.

Pero en el contexto que lo hizo Padierna no deja lugar a dudas de sus verdaderas intenciones: ponerle una zancadilla a Mario Delgado.

Recordará que hace un año Padierna le disputó la coordinación de los diputados de Morena a Delgado, valiéndose de todos los trucos a los que pudo recurrir.

Delgado, sin embargo, tuvo el apoyo de ya saben quién y se quedó con el cargo; Porfirio Muñoz Ledo se hizo de la presidencia de la Mesa Directiva.

Delgado, ya como coordinador, se comprometió con el PAN a mantener el acuerdo entre partidos que permite la rotación de la presidencia de la Mesa.

Así que este año, con base en el compromiso de Delgado, el PAN deberá presidir la Mesa Directiva a partir del primer día de septiembre.

Padierna –y el grupo que la respalda, incluida Yeidckol Polevnsky- trata de evitar que Delgado cumpla su palabra, y propone en su iniciativa que el partido que tenga la mayoría presida la Cámara los tres años de la legislatura.

Sólo que la diputada no precisó cuál mayoría, simple o calificada.

Porque si nos atenemos a lo que siempre se ha manejado como mayoría en el Congreso (50% más 1), a Morena por sí sola no le alcanza.

En las elecciones pasadas, en el cómputo final para senadores, la votación de Morena fue de 37.5% y para diputados, de 37.2%, es decir, no llegan ni al 50.

Dice Padierna que Muñoz Ledo puede presidir la Cámara hasta el 5 de septiembre, fecha en la que espera tener aprobada su iniciativa para que el actual presidente se quede los tres años.

Y sí, se trata de un pleito entre morenos de la Cámara de Diputados, pero al final todo tiene que ver con la próxima elección del presidente nacional del partido, puesto por el que compite Delgado.

Más claro no se puede.

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Por varias horas fue tendencia nacional en Twitter el hashtag #Longanizagate, que se desprendió de la publicación del Programa Anual de Arrendamientos y Servicios del Sector Público 2019.

De acuerdo a la lista de productos que se supone fueron solicitados por la Oficina de la Presidencia, se desprende una petición de compra de “longaniza de primera’’, cuyo costo sería de ¡16,789 pesos por kilogramo!

Y como éste, otros ejemplos de productos que generaron cualquier cantidad de comentarios y memes al grado de hacer de esta lista una tendencia en las redes sociales.

Jamón de pechuga de pavo de más de tres mil pesos el kilogramo; cajas de cerillos “con 20 luces’’ con un costo superior a los mil pesos cada una; clavos para madera, cuyo costo individualizado alcanzaría para varios kilos.

Lo curioso es que hasta el cierre de este espacio nadie en el Gobierno había salido a desmentir la autenticidad de la lista –que ya había circulado la semana pasada- sin que la gente le prestara mayor atención.

¿De verdad, casi 17 mil pesos por un kilo de longaniza?