Durante la última jornada de pintas murales del segundo Encuentro Internacional de Muralismo y Arte Urbano (EIMAU), artistas nacionales y extranjeros realizaron intervenciones en espacios públicos.

La mayoría de los muros intervenidos se encuentran en la colonia Rinconada Aragón. Freddy Pineda Ayala es uno de los muralistas mexicanos que participa en el encuentro, él busca generar mensajes que concienticen y rescaten identidades culturales.

Por su parte, Ismael, Lev y Freddy, artistas bolivianos por la Universidad Mayor de San Andrés, compartieron para 24 HORAS que “El mural tiene contacto con la sociedad, es llevar el arte a la calle y que la gente de a pie tenga acceso al arte, que reciban un menaje, que generen conciencia”. Todo dentro de un concepto onírico.

A su vez, Cesar, artista autodidacta mexicano, plasmó en el muro a “Una mujer entre la maleza”, refirió, “que simboliza todos los problemas a los que actualmente se enfrentan las mujeres”.

De igual modo, Ofelia y Adrián, pareja de maestros jubilados y dedicados al arte, en compañía de Diego, artista colombiano, formaron equipo para intervenir en la fachada de una casa con técnicas mixtas, pintura acrílica y mosaicos. La dueña de la casa, compartió que espera que el próximo año, más casas presten sus fachadas.

Residente del municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México, Martín Cuaya compartió que “Tanto el mural como el color, tienen un impacto directo en las personas, es un discurso visual”. Asimismo planteó una pieza en la que retrató mujeres al cuidado de la flora, fauna y la vida humana.

Rata Nesumi, seudónimo de Monserrat, comenzó a pintar un mural cuyo mensaje fuera autogestivo. Aunque sus bocetos eran distintos, cambió el concepto de su obra al sentirse hostigada por policías locales que rondaban cerca de ella. De esa manera, Nesumi proyectó en el muro ideas antiautoritarias.

Oriundo de Chile, actualmente radicado en la Ciudad de México, Colihue expresó que se ha involucrado en movimientos sociales que pretenden cambiar el pensamiento de las personas. “Cambiar el pensamiento en varios sentidos, que la gente se comprometa con la sociedad, porque cada vez nos volvemos más individualistas, apáticos, pasan cosas ‘culeras’ y la gente no reacciona”.

Historiador de formación, artista autodidacta, Rest, quien se interesa por proyectos autogestivos que abordan temas de impacto social y en los que puede aportar un poco de su trabajo, buscó representar el respeto a la mujer mediante aves que se abren paso entre dos corazones.

“La paloma es el símbolo de la paz, y el mandala hace referencia al crisol cultural que es México, en el que convergemos un montón de personas”, declaró Joel, quien junto a Rocío elaboraron su trabajo y agregó, “La onda es transmitir, mediante el color y la geometría, una vibra que te relaje un poco”.

Este segundo año del Encuentro Internacional de Muralismo y Arte Urbano se combinó con el Primer Festival por la Paz, la Cultura y la Identidad de Ecatepec, cuya idea es mostrar, con ayuda del arte, un mensaje de paz en el municipio mexiquense.