Foto: Reuters En los últimos tres meses, la ofensiva ha desplazado a cientos de miles de personas de sus hogares o de campamentos y las han llevado a buscar refugio cerca de la frontera con Turquía  

Ataques aéreos lanzados por el Gobierno sirio y sus aliados a escuelas, hospitales y mercados han causado la muerte de al menos 103 civiles en los últimos diez días, incluyendo 26 niños, dijo el viernes la Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet.

 

“Estos son objetivos civiles y parece altamente improbable, en vista del persistente patrón de estos ataques, de que se hayan llevado a cabo por accidente”, dijo Bachelet, y añadió que la cifra de muertos se ha topado con “una aparente indiferencia internacional”.

 

El Gobierno inició a fines de abril una ofensiva contra un enclave rebelde en el noroeste de Asia, la última zona activa de la oposición insurgente al presidente Bashar al-Assad, argumentando que se habían violado las normas de una tregua.

 

Idlib y las áreas aledañas del noroeste fueron incluidas en un acuerdo de distensión el año pasado entre el principal aliado de Assad, Rusia, y Turquía, que apoya a algunos rebeldes, a fin de reducir los enfrentamientos y bombardeos.

 

En los últimos tres meses, la ofensiva ha desplazado a cientos de miles de personas de sus hogares o de campamentos y las han llevado a buscar refugio cerca de la frontera con Turquía, de acuerdo a grupos activistas que realizan seguimientos del conflicto.

 

 

 

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