Foto: @PROFEPA_Mx Los daños causados por el derrame deberán ser evaluados en forma integral, considerando el impacto biológico y socioeconómico  

Oceanólogos afirman que no basta con sancionar al Grupo México por el derrame de tres mil litros de ácido sulfúrico, sino que es necesario un monitoreo permanente de la calidad del agua y los sedimentos de la bahía en el mar de Cortés, financiado por la compañía como una medida compensatoria.

Este sábado, personal de la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (Profepa) clausuró parte de las instalaciones de esta empresa en la Administración Portuaria Integral de Guaymas por el accidente ocurrido el 10 de julio pasado.

Ante esto, los especialistas Adrián Villegas Jiménez, Jesús Antonio Cruz Varela, Roberto Escalante-Ramírez y Juan Antonio Delgado Contreras, dijeron que el impacto de ésta contingencia debe ser valorado cuanto antes, incluyendo una caracterización del derrame, que describa cantidad y calidad de los contaminantes, sitio, hora del día y velocidad del vertimiento.

“Para precisar los impactos químicos por la dilución de contaminantes, incluido el ácido sulfúrico, en el agua de mar es indispensable realizar un muestreo de la calidad del agua en varios puntos de la Bahía de Guaymas, que incluyan los siguientes factores: temperatura, pH, alcalinidad, metales pesados, hidrocarburos y pesticidas”, indican.

Añaden que a continuación, los daños causados por el derrame deberán ser evaluados en forma integral, considerando el impacto biológico y socioeconómico.

LEG