Estados Unidos vive momentos inéditos en su historia, bajo una presidencia que institucionalizó la mentira, la deshonestidad, la corrupción, que destruye valores morales y acomoda la Constitución y leyes a su conveniencia, con una agenda radicalmente opuesta a los principios que dieron vida a esta súper potencia.

Sin logros concretos o propuestas constructivas, el presidente Donald Trump se revela abiertamente como racista, sexista y nacionalista xenófobo, como alguien que adopta de nuevo el odio racial como eje de su campaña por la reelección, en 2020, bajo el lema de Hacer grande a América de nuevo; una promesa que, según analistas, realmente significa Hacer blanca a América de nuevo, algo muy similar a la propaganda de los años 50. Cuando apenas se gestaba la lucha por los derechos civiles.

Evitar que EU se torne café

Trump exacerba la ignorancia y falta de información de muchos fortaleciendo la idea del “encafecimiento” de América que, en el año 2043, confinaría a la población blanca -quienes han sido la norma política invisible de la sociedad norteamericana-, en una minoría, instándolos a actuar ahora o resignarse para siempre.

El análisis de sus declaraciones y políticas hace emerger la propuesta de una mayoría blanca gobernando al país, que reciba -limitando ciudadanía y residencia- a inmigrantes de color agradecidos, que cumplan su trabajo dócilmente, sean serviles y no aspiren a posiciones de poder. “Si no les gusta, que se vayan”, alega Trump, bajo la frase de “love it or leave it”, (ámalo o déjalo).
Trump -quien calificó a racistas como “personas buenas”, tras el asesinato de Heather Heyer, una activista en Charlottesville, Virginia-, insultó a jugadores afroamericanos de la NFL, se refirió a países africanos como “hoyos de mierda”, acusó a mexicanos de ser violadores o narcotraficantes y, como antes negó que Barack Obama nació en Estados Unidos, ahora atacó a las congresistas Alexandria Ocasio-Cortez, latina de Nueva York; Ayanna Pressley, de Massachussets; Rashida Tlaib, de Michigan; e Ilhan Omar, de Minnesota, por criticar sus políticas.

 

Si no les gusta EU, regresen a sus países

“Si no les gusta”, dijo el mandatario, “pueden volver a los países infestados de crimen de donde vinieron”, escribió Trump, bajando el nivel moral del Presidente de una forma nunca vista, lo que generó alarma en la Casa Blanca y el partido Republicano, por las implicaciones políticas.

Horas después, en un acto de campaña por la reelección, en Carolina del Norte, Trump atacó de nuevo principalmente a Omar Ilham, nacida en Somalia, a lo que los asistentes respondieron en coro gritando: send her back, o “envíenla de regreso”, una frase acuñada por su comité de campaña, que evoca el lock her up o “enciérrenla” contra Hillary Clinton, o el build the wall o “construyan el Muro”, que supuestamente México pagaría.

Trump escuchó como un rey satisfecho, ancho, disimulando una sonrisa, “nuestro país es libre, hermoso, exitoso; si ustedes lo odian o si no están felices aquí, pueden irse”, escribió después Trump en su cuenta de Twitter, asegurando que las congresistas atacan al país y son anti-semitas, sin presentar prueba alguna.

Ante la insistencia de sus asesores, Trump se distanció del canto, por la connotación racial, pero horas después, se refirió a quienes cantaron la consigna como “patriotas”, en lo que coinciden quienes lo apoyan.

 

Republicanos y evangélicos: cómplices

“Republicanos y evangélicos que temen condenar el uso de la tribuna presidencial para predicar e incitar con un lenguaje abusivo, colocando en la mira a una congresista de color, se convierten en cómplices de cualquier tipo de degradación o violencia”, advierte la analista Kathleen Parker.

Las declaraciones de Trump fueron ampliamente criticadas en todos los sectores, mientras la Camara Baja del Congreso voto para autorizar una resolución de condena contra el racismo abierto del Presidente, -con apoyo de cuatro republicanos-, proceso en que ellos trataron, sin resultado, omitir del récord la palabra racista, basándose en un viejo manual de prácticas parlamentarias de Thomas Jefferson.

Durante la sesión de la Cámara Baja, el congresista demócrata Al Green presentó artículos de Impeachment o juicio político contra el Presidente Trump, apoyado por 95 legisladores, a lo que se negaron la lideresa Nancy Pelosi, 137 demócratas y todos los republicanos, manteniendo la resolución, pero derrotando los artículos de juicio político por 332 votos contra 95.

 

Control blanco: mayor logro de Trump

Para analistas, el mayor logro de la gestión de Trump es la lucha por mantener el control blanco en Estados Unidos, ya que, desde que tomó posesión, ordenó intensificar el arresto de más indocumentados, que mantiene hacinados en cárceles pestilentes, frías, sin agua, jabón o cepillos de dientes para el aseo personal; y a sus hijos, enjaulados, lejos de los padres, mientras firma órdenes ejecutivas para dificultar el asilo político a inmigrantes.

Inmigración y odio racial empujan encuestas

La inmigración y el odio racial parecen ser el único asidero de Trump, con el crecimiento económico que heredó de Barack Obama, su antecesor, en momentos cuando está preocupado por el testimonio del fiscal especial Robert Mueller ante el Congreso, esta semana, algo que podría revivir la exigencia de su juicio político.

También por el efecto de mensajes confusos a Irán, Corea del Norte y Turquía, el secuestro de la celebración del 4 de Julio por un evento para rendir culto a su persona o su desafío a la Suprema Corte, en lugar de corregir sus políticas, lo que aumento su bajo nivel de aprobación.

Trump cree que, como en 2016, cuando atacó a mexicanos y musulmanes, reforzar su ofensiva contra minorías étnicas y religiosas puede redituarle, asegurando su reelección.

Y parece no estar tan equivocado.

 

Apelar al racismo

Un reporte difundido por el diario The New York Times revela que, en 2020, la ventaja que obtuvo Trump en el Colegio Electoral -en relación al voto popular-, podría ser superior a la de 2016 y asegurar su reelección, ante un Partido Demócrata dividido sobre la posibilidad de impeachment y con dos docenas de aspirantes presidenciales que se atacan duro, en busca de la nominación, y gastan recursos, necesarios para la contienda por la Casa Blanca.

Según el estudio, los niveles de aprobación de Trump, aunque no mucho, continúan altos en estados del norte, por el crecimiento de la economía, donde trabajadores blancos que coinciden en la importancia que Trump da a los temas de raza e inmigración, que podrían mantener su apoyo y hasta aumentarlo del 60% que logró en 2016, a 70%.

“La tasa de aprobación del presidente es inferior al 50% en estados que pueden redituarle mas de 310 votos electorales, inclusive en estados que ganó Hillary Clinton, como Michigan, Pensilvania, Wisconsin, Iowa, Arizona y Carolina del Norte”, refiere el reporte.

Señala estados como Wisconsin, que ganó Hillary Clinton, donde Trump obtuvo 45%, que en las elecciones de medio término mostraron un crecimiento a 47%, que da ventaja al presidente en el Colegio Electoral.

 

Testimonio de Mueller determinante

Sin embargo, muchas de las especulaciones en ese sentido también pueden ser influenciadas por fenómenos como el testimonio del fiscal especial Robert Mueller ante los comités Judicial y de Inteligencia del Congreso, este miércoles, para hablar acerca de la colusión del equipo de campaña de Trump con emisarios del Kremlin, y sobre sus esfuerzos de obstruir la investigación del FBI, pidiendo a James Comey, entonces director, que suspendiera la investigación al general Michael Flynn, su efímero asesor de Seguridad.

“Tenemos evidencia de que el Presidente ha cometido altos crímenes y faltas, lo que queremos que aclare el fiscal Mueller, para que determinemos que hacer”, dice Jerry Nadler, presidente del Comité Judicial de la Camara Baja.

Demócratas conscientes de que tienen suficiente evidencia para enjuiciar políticamente al Presidente Donald Trump, -a lo que se niega rotundamente Nancy Pelosi, su líder-, esperan que el fiscal Mueller detalle al menos 5 de 10 ocasiones en que el Presidente Trump pudo haber incurrido claramente en obstrucción de la Justicia, a fin de reforzar sus argumentos y presionar por el Impeachment.

Molesto por la forma en que el Procurador William Barr manipuló su Reporte Final, para que Trump lo usara como “Exoneración Completa y Total”, el Fiscal Mueller manifestó abiertamente que “si hubiera tenido confianza en que el Presidente Trump claramente no hubiera cometido ningún crimen, lo habría dicho” pero que la Constitución “no establece procedimientos para consignar a un presidente en funciones por actos criminales”.

“Si ustedes creen que no hubo obstrucción de la justicia ni colusión” asegura Mary Gay Scanlon, congresista Demócrata por Pensilvania “ustedes no han leído el Reporte de Mueller”, asegurando que prevalece indiferencia de la mayoría de los legisladores para leer el Reporte de mas de 400 páginas.

 

Congela citatorios del Congreso

En el curso de esta tensa y agitada semana, el presidente Donald Trump tuvo solo una noticia, que le tranquiliza.

El Juez Federal Emmet Sullivan, revirtió su decisión que exigí al presidente, sus empresas y empleados, presentar declaraciones de impuestos y otros documentos sobre el arrendamiento del viejo edificio postal en que construyó el lujoso Hotel Trump en Washington y de Mar-a-Lago, a través de 37 citatorios del Congreso, luego que una corte Federal de Apelaciones integrada por los magistrados Patricia A. Millet, Cornelia Pillard y Robert Wilkins, nominados por el expresidente Barack Obama, consideraron que Sullivan “podría haber abusado de su discrecionalidad”, no permitiendo la inmediata apelación de abogados del presidente.

Después de la apelación, el Juez Sullivan podría reafirmar su decision, lo que llevaría a la presentación de argumentos orales, en un proceso judicial único.

Hasta el momento, mas de 200 legisladores demócratas acusan al Presidente de violar provisiones anti-corrupción contenidas en la Constitución, aceptando pagos o emolumentos de gobiernos estatales y extranjeros sin la previa aprobación del Congreso.

Los procuradores de Justicia de Maryland y el Distrito de Columbia fueron los primeros en demandar al presidente por esta razón, sin embargo un panel del 4o. Distrito rechazo la demanda, que pronto podría llegar a la Suprema Corte de Justicia.

 

El reino unido ve inseguridad

El caos en Washington hace recordar las declaraciones del ex embajador británico, Sir Kim Darroch, sobre la Casa Blanca, quien hizo una critica descarnada a Donald Trump en una evaluación enviada a Sir Mark Sedwill, asesor de Seguridad Nacional Británico.
Darroch, uno de los mejores embajadores del Reino Unido, dijo que “Trump irradia inseguridad, llena sus discursos con falsos logros y estadísticas inventadas, mientras no ha logrado ninguna de sus propuestas de campaña”.

Asegura que esta administración “nunca será competente, menos disfuncional, menos impredecible, menos diplomática, obsesionada e inepta”.

Y que Trump pasa el día en la Oficina Oval preguntando a su staff y miembros del gabinete cuál es el tema del momento y, por la tarde, telefoneando a amigos, “buscando refuerzo y enfoques a sus políticas”.

Advierte que Trump podría ser consumido por el escándalo de la posible colusión con Rusia.

 

LEG