Foto: Reuters La monarca mantiene el derecho de propiedad de todos los cisnes blancos que nadan en aguas abiertas  

A partir de ayer y durante cinco días se llevará a cabo en pleno río Támesis el Swan Upping o censo real de los cisnes de la reina Isabel II de Inglaterra, una tradición de 800 años. Los cisnes y sus crías son contados, pesados y revisados por brigadas a cargo de David Barber, el marcador de cisnes de la reina. La ceremonia data del siglo XII, cuando la corona inglesa se adjudicó la propiedad de los cisnes blancos, y eran entonces considerados una exquisitez para los banquetes. Hoy en día los británicos no comen cisnes, pues están protegidos por ley. La monarca mantiene el derecho de propiedad de todos los cisnes blancos que nadan en aguas abiertas.

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