Foto: Reuters Tanto Johnson como Hunt han reiterado que buscarían renegociar la cláusula con respecto a los controles aduanales pactados por May para la frontera irlandesa  

Con el avance de las campañas al interior del Partido Conservador para suplir a Theresa May entre el ex alcalde de Londres, Boris Johnson, y el actual secretario para Asuntos Exteriores, Jeremy Hunt, propuestas y posicionamientos cada vez más claros han empezado a surgir.

Tanto Johnson como Hunt han reiterado que buscarían renegociar la cláusula con respecto a los controles aduanales pactados por May para la frontera irlandesa: si no se concreta un tratado de libre comercio entre Reino Unido y la Unión Europea (UE) que no requiera controles fronterizos entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, entonces el Norte, parte del Reino Unido, permanecerá en el mercado único de la UE, al igual que la República de Irlanda, mientras que el resto del Reino Unido estaría bajo un régimen comercial distinto.

Boris, favorito en el agregador de probabilidades de 13 casas de apuestas que realiza el diario The Guardian con 89% de los apostadores a su favor, ha propuesto que el dilema de la frontera salga del acuerdo de salida y que sea discutido posteriormente, en la fase de construcción de un tratado comercial, tras el Brexit.

Hunt, por su parte, compartió que algunos líderes de la UE le comentaron estar dispuestos a reabrir la negociación si el Reino Unido presenta alternativas; asimismo, propuso añadir al equipo negociador a miembros del Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte (aliados en la coalición gobernante conservadora), y determinar juntos la mejor opción para preservar la paz entre las Irlandas, a más tardar el 30 de septiembre, un mes antes de la fecha de salida.

Sobre la partida de casi 27 mil millones de libras que el gobierno de May dejó como “colchón” financiero para reducir el impacto del Brexit, los dos parlamentarios conservadores han propuesto qué hacer con dicho recurso, una vez que se concrete la salida. Johnson ha planteado usar poco más de 9 mil millones para elevar la tasa del impuesto sobre la renta de 50 mil libras anuales, a 80 mil; también planea usar cerca de 5 mil millones para invertir en educación.

Hunt, por otro lado, planea usar hasta 15 mil millones para aumentar el gasto en defensa e industria militar en los siguientes 5 años, así como recortes a impuestos corporativos, aumento del gasto educativo y apoyos a emprendedores.

En materia de inmigración, Johnson presentó su plan para establecer un sistema “australiano” de puntajes, que requiera que el solicitante maneje el inglés y que cuente con una oferta de trabajo, así como eliminar la meta de admitir 100 mil inmigrantes al año que estableció May. Hunt concuerda en eliminar este último punto, pero ha sido más ambiguo en esta materia, limitándose a proponer un plan flexible que priorice a trabajadores calificados.

LEG