Foto: Archivo 24 horas Un análisis de la consultora Ascend Flightglobal Consultancy, ordenado por la Presidencia, advertía de las posibles complicaciones porque tendría que ser desmantelado, vender su equipo por separado y configurarlo de nuevo para su uso convencional, un proceso que podría extenderse por dos años  

Advirtió consultora sobre difícil venta de avión presidencial

Un análisis de la consultora Ascend Flightglobal Consultancy, ordenado por la Presidencia de la República en 2016, resalta las posibles complicaciones de la venta del avión presidencial, porque si una aerolínea comercial se interesara en adquirirlo, el Boeing 787-8 Dreamliner tendría que ser desmantelado, vender su equipo por separado y configurarlo de nuevo para su uso convencional de trans porte de pasajeros, un proceso que podría extenderse por dos años.

Otra opción es ofertar en el mercado de particulares el avión presidencial TP01 José María Morelos, sin embargo, la venta enfrentaría varios desafíos como que en 2019 cumplirá 10 años de ser manufacturado, lo cual, reduce su costo.

A su vez, el Dreamliner está personalizado como transporte presidencial y configurado como una aeronave de la Fuerza Aérea Mexicana. En caso de que un particular o gobierno extranjero se interese en comprarlo, se tendría que adaptar a sus necesidades y desmantelar la configuración actual.
Sin embargo, la Presidencia de la República ha informado que existen 39 posibles clientes que podrían comprar el avión en un máximo de 150 millones de dólares (2 mil 887 millones de pesos al tipo de cambio interbancario más reciente).

El mismo análisis, ordenado por la Presidencia de Enrique Peña Nieto, previo a la puesta en operaciones de la aeronave en enero de 2016, concluyó que su venta en 2018 o posterior representaría pérdidas por el 35% de su valor.

La consultora señaló que en gobierno mexicano debería conservar el avión presidencial, porque venderlo, representaría pérdidas y tiempo en ofrecerlo.

Existen otros factores que dificultan la venta del avión, modelo Deamliner, entre los que destacan que el futuro comprador sería el tercer usuario y adquiriría una aeronave con 10 años de antigüedad, que antes de llegar a la Fuerza Aérea Mexicana, se usó para vuelos experimentales de la empresa Boeing.

En su etapa como prototipo, el avión presidencial tenía la denominación ZA006 y la matricula N787ZA, fue fabricado en 2009 y el 4 de octubre de 2010 se estrenó como prototipo del modelo Dreamliner, por lo que su venta sería de tercera mano.

Incluso, ante de ser el avión presidencial, como avión experimental de Boeing, el TP01 rompió un récord mundial al dar una vuelta al mundo en 42 horas y 17 minutos.

En ese vuelo viajaron seis pilotos, seis empleados de Boeing y un observador de la Asociación Nacional de Aeronáutica de Estados Unidos, quien certificó que el TP01 rompió el récord de mayor tiempo en el aire, que antes le correspondía a un Airbus.

Después de que la entregó al gobierno mexicano en 2015, el avión presidencial fue adecuado y su primer vuelo al servicio del Estado mexicano fue en febrero de 2016.

Respecto a los restantes cinco prototipos de la flota experimental, el primero fue donado al aeropuerto de Nagoya, Japón para su exhibición; el segundo fue donado al museo Pima Air and Space Museum en Arizona; el tercer prototipo se cedió al Museum of Flight in Seattle.

LEG