Foto: Archivo 24 horas Experto aseguró que aunque el Popocatépetl tiene el mismo potencial de hace dos décadas, actualmente el magma pierde su gas de una forma “relativamente tranquila”  

Una de las ventajas que tiene el volcán Popocatépetl -a diferencia de otros colosos en el mundo- es la distancia que éste mantiene con los centros de población más cercanos (14 kilómetros), así como la constante liberación de gases, los cuales fungen como motor de las explosiones, detalló Robin Campion, investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En una entrevista con 24 HORAS, el vulcanólogo de origen belga aseveró que hace dos mil años el volcán llegó a expulsar flujos piroclásticos (cuerpos de roca fundida) a una distancia de 20 km, pero durante el último periodo de actividad éstos han llegado hasta los cinco km.

Aseguró que aunque el Popocatépetl tiene el mismo potencial de hace dos décadas, actualmente el magma pierde su gas de una forma “relativamente tranquila”.

“El conducto que conecta la chimenea, el sistema de alimentación magmática del volcán con la superficie, es bastante abierto, lo cual permite al gas del magma, que es el motor de las erupciones, salir de manera relativamente tranquila a la superficie. Este conducto permite bajar la explosividad de la erupción”, añadió.

Explicó que a través de un conducto permeable (que puede ser traspasado), ubicado al interior del cráter interno del volcán, existe la presencia de material (rocas) poroso y caliente; sin embargo, a través de éste el volcán logra liberar energía, pero cuando la permeabilidad se reduce, la presión logra acumularse y termina por generar explosiones, tales como las que sucedieron durante marzo pasado.

En tanto, añadió que la altura del volcán no es una cualidad que le ayude a aminorar los riesgos, por el contrario, aclaró que es un factor que logra empeorarlos debido a que la energía potencial de la altura se convierte en energía cinética (relacionada con el movimiento), aunque resaltó que a través de su conducto permeable ésta fluye y es liberada.

 

Ceniza, el verdadero problema

Destacó que la ceniza es lo único que podría afectar a las poblaciones aledañas, puesto que la exposición a largo plazo puede producir enfermedades pulmonares, así como afectaciones en las instalaciones eléctricas, colapso en el drenaje público y daños en las turbinas de los aviones.

“Si se produce una erupción en la época seca y cae en la capital un máximo de 10 centímetros (de altura) de ceniza, ésta no se va a quedar al piso. Cada vez que haya un poco de viento se va a volver a levantar”, explicó.

Apuntó que “los aviones que se acercan al aeropuerto les va a entrar ceniza en sus turbinas y se pueden tapar si se encuentra suficientemente concentrada”.

Finalmente, otro problema es que la ceniza “es muy abrasiva”, por lo que si un avión viaja a una velocidad de 500 km por hora a través de una pluma de ceniza, sus vidrios se volverían opacos.

La mañana del lunes 17 de junio el volcán Popocatépetl registró una explosión, la cual arrojó una columna de humo de aproximadamente cuatro kilómetros. Algunos de los municipios afectados por la caída de ceniza fueron Hueyapan, Tetela del Volcán y Ocuituco, en el estado de Morelos.

 

Xavier Rodríguez

 

LEG