Foto: Reuters El servicio se transmitió en vivo por televisión  

Una congregación protegida con cascos blancos asistió el fin de semana a misa en la Catedral de Notre Dame, en París, en el primer servicio religioso desde que un incendio devastó el templo gótico, el pasado 15 de abril.

 

Líderes de la Iglesia buscan mostrar que la vida continúa en la Catedral.

 

La misa fue realizada en una capilla lateral, que no fue dañada por el incendio, y asistieron 30 personas… que debieron usar cascos.

 

El servicio se transmitió en vivo por televisión.

 

 

 

jhs