La base, el cuerpo y el aroma son los principales ingredientes de un coctel; el Padre Nuestro de todo bartender. Si bien existen bebidas para todos los gustos y ocasiones, en León, Guanajuato, desde hace cuatro años se encuentra un lugar dedicado al estudio e historia de los tragos más exóticos y representativos del mundo.

Certificado por la Asociación Internacional de Bartenders (IBA, por sus siglas en inglés), el Instituto de Mixología del Bajío (IMB) busca formar bartenders profesionales capaces de lograr las combinaciones exactas para los paladares más exigentes. Además, tiene como propósito la preservación de cocteles con base en el mezcal y el tequila.

La más reciente innovación del IMB es la creación de un huerto y composta. La cosecha no sólo se emplea en la preparación de los cocteles, sino también se lleva a escuelas o comunidades rurales con el fin de fomentar entornos orgánicos amigables.

Administrador de profesión, Adán Moreno es director y fundador del instituto; desde los 15 años encontró en el alcohol una grata manera de vivir.
Su gusto por las barras, hielos y mezcladores lo llevaron a especializarse en la creación de proyectos, así como también en espacios dedicados a la mixología.

Todo comenzó como un proyecto de titulación basado en tres empresas sustentables. El primer concepto fue crear un bar móvil que ofreciera servicios en fiestas, eventos sociales o negocios. El segundo trabajo consistió en fundar una escuela de mixología, mientras que el último reto se trató de una línea de bebidas.

“Trabajamos con grupos de 10 personas en diplomados semestrales; la mayoría de las actividades (clases) son prácticas y empíricas. Instruimos a nuestros alumnos para que conozcan la preparación de las bebidas dependiendo la región”, señaló Moreno, quien utiliza una máscara de Sin Cara cuando trabaja en otros países, con el fin de recordar su tierra natal.

Mediante talleres o clases maestras, el IMB también abre sus puertas a los curiosos que deseen aprender a preparar copas para reuniones con amigos o familia. Ahí, entre las barras y botellas, un espacio donde el alcohol va de la mano con el estudio.

LEG