El fiscal especial Robert Mueller renunció ayer al Departamento de Justicia de Estados Unidos y se retiró a la vida privada. Antes del anuncio dijo: “si hubiéramos tenido la confianza de que el presidente claramente no cometió un delito, lo hubiéramos dicho”, en referencia a la investigación del Rusiagate que le tocó liderar.

Reiteró que no puede emitir un juicio sobre si el mandatario Donald Trump obstruyó la justicia… y casi al mismo tiempo, el jefe del Ejecutivo aseguró: “el caso está cerrado”.

Y es que los procedimientos del Poder Judicial impiden que se presenten cargos por crímenes federales contra un presidente en funciones, aún bajo procesos sellados.

“Acusar al presidente de un delito no fue una opción que pudiésemos considerar. Sería injusto acusar a alguien de un crimen cuando no se puede llegar a una resolución judicial”, añadió.

A los pocos minutos de la declaración, Trump reiteró en Twitter que es inocente.

En sus primeros comentarios públicos desde que comenzó la investigación en mayo de 2017, Mueller dijo que su investigación de dos años no eximió a Trump de una conducta indebida y que hay otras formas en las que un presidente puede responder.

“La Constitución requiere un proceso que no sea el sistema de justicia penal para acusar formalmente a un presidente en ejercicio de irregularidades”, detalló Mueller.

Los demócratas en el Congreso están debatiendo si iniciar un juicio político, un esfuerzo que es casi seguro que no prospere en el Senado, controlado por los republicanos.

La Casa Blanca y muchos republicanos han dicho que es hora de pasar a otros asuntos. Varios candidatos presidenciales demócratas pidieron destitución.

“Lo que básicamente hizo Robert Mueller fue ofrecer una referencia a un juicio político”, dijo la senadora demócrata Kamala Harris.

 

Frase

“Si hubiésemos tenido certeza en que el presidente claramente no cometió un delito, lo habríamos dicho. Sin embargo, no lo llegamos a determinar”
Robert Mueller
Fiscal especial Rusiagate

Intercambia acusaciones EU con Irán

El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, acusó a Irán de estar detrás de los recientes ataques contra cuatro barcos petroleros cerca del puerto emiratí de Fuyaira, en el Golfo Pérsico… sin proporcionar pruebas.

Señaló que Teherán habría usado minas navales contra los petroleros.

“Está claro que Irán está detrás. ¿Quién más pensarías que estaría haciendo?”, dijo Bolton.

Irán calificó de ridículas las acusaciones.

El portavoz de la cancillería iraní, Abbas Mousavi, afirmó que no es sorprendente que se hicieran comentarios tan ridículos con otro miembro del “Equipo B”, el príncipe heredero de los Emiratos, Mohammed bin Zayed Al Nahyan.