El quehacer periodístico, para quienes tenemos la fortuna de ejercerlo, nos ha permitido dar a conocer acontecimientos importantes a través de medios electrónicos, impresos y en las diferentes plataformas digitales. También, los medios de comunicación son fundamentales para el Gobierno federal, ya que pueden difundir mensajes sobre programas y actividades gubernamentales. Pero éste ha sido un tema polémico en los últimos días.

Las decisiones en el manejo presupuestal de la 4T son respetables; López Obrador prometió un cambio, y está en su derecho de modificar su relación comercial con los medios y reducir su inversión en materia de difusión, así como la elección de quiénes difundirán sus pautas comerciales. Pero mi duda es ¿cuál fue la motivación para dar a conocer una lista de 32 nombres de periodistas? Es una relación de empresas de comunicación que fueron contratadas por la Presidencia de la República durante la administración anterior. Y son totalmente legales, ya que están a la vista en los portales de transparencia como Compranet.

El ofrecimiento del presidente López Obrador fue dar a conocer a “chayoteros”, es decir, personas vinculadas al quehacer periodístico que reciben dinero “ilegal” para vender su pluma. En ese sentido, todos estamos de acuerdo que se termine con el manejo de recursos de manera ilegal. Pero sorprende la parcial entrega de esa lista en donde se señala a personajes que han dedicado su vida al periodismo, y que ahora en el sentir popular ya son calificados como delincuentes.

En su conferencia matutina, el Presidente reconoció: “… Aclaré que lo de la publicidad es legal, es decir, todos los Gobiernos contratan publicidad” después de negar, bajo protesta de decir verdad que su oficina hubiese entregado la lista de nombres de periodistas. Pero más tarde, Jesús Ramírez Cuevas, vocero del Ejecutivo, aceptó que ellos la entregaron al periódico Reforma como respuesta de transparencia. Esto es un dardo que ya envenenó la manzana. Y ahora, ¿qué sigue?

Expreso mi solidaridad a mis compañeros que han sido marcados en una lista que ensucia su vida profesional.

SUSURROS

El sector energético, que encabeza la secretaria Rocío Nahle y los directores de Pemex y de la CFE, ha confirmado como proveedor al Grupo Walworth, que dirige Jacobo Waisburg; su empresa ha sido calificada como la fábrica de válvulas más importantes del mundo. Por ello, preparan en Villahermosa la instalación de un centro de pruebas y servicios especializados en válvulas industriales para el sector energético. Mientras ya funciona en el Edomex el laboratorio de pruebas para la validación de diseño.

Zoé Robledo, titular del IMSS, visitó por sorpresa la Clínica 1, ubicada en la colonia Roma. El motivo es muy cercano a su vida familiar. Allí trabajó su abuela materna, a quien hizo referencia en la mañanera cuando aceptó el cargo. El reto para el nuevo director del Seguro Social es enorme y prioritario para la vida nacional.