Foto: Facebook / @keithraniereofficial El robo y posterior despido sirvió para que se acercara a Keith, y ella sintiera que él era la única persona que estaba de su lado y que entendía cómo se sentía  

Deslumbrada por la integridad del hombre más inteligente del mundo, la mexicana Daniela inició en Nxivm una carrera que frustró su aspiración de convertirse en bióloga pero la llevó a estar encerrada dos años en un cuarto de una casa en un pueblo estadounidense.

 

Antes de recuperar su libertad, la joven perdió la única beca que cada año concede una institución académica suiza de alto nivel, a la que estaba destinada, por una decisión de última hora de su padre que le cambió el destino.

 

Daniela, la joven del norte de México que formó parte de las esclavas sexuales de Keith Raniere, inició la víspera su testimonio en el juicio que se sigue a este director de la empresa de couching aspiracional Nxivm, que operaba en la clandestinidad una secta sexual.

 

Se trata de un juicio que entró en su tercera semana en la corte federal del distrito este de Nueva York, luego de la extradición de alias “Vanguardia” (Raniere) desde el occidental balneario turístico mexicano de Puerto Vallarta el año pasado.

 

Este testimonio contrasta con el de Lauren Salzman, la mano derecha de Raniere y también parte de su grupo de esclavas sexuales, quien se encargó de disciplinar la mala conducta de Daniela, a la que veía como un obstáculo en sus planes de tener un hijo con el jefe del clan.

 

Los hechos sobre los cuales rindió su testimonio ocurrieron cuando Daniela tenía 18 años de edad y Raniere 42. Ahora ella ha cumplido 33 y se mantiene esbelta, aunque es problemático ofrecer más detalles pues la corte prohibió cualquier retrato de ella.

 

Daniela llegó a Nxivm a un curso intensivo de 16 días con una trayectoria escolar brillante que complementaba como jugadora de tenis y un Inglés fluido derivado de que, como el resto de su familia, tomaba clases de ese idioma a diario.

 

El curso intensivo fue un regalo de su padre, quien junto con su esposa había tomado un curso en esa empresa, lo cual engrosó el curriculum personal de la pareja, aficionada a esas actividades de superación personal.

 

Salzman fue la instructora en los 16 días intensivos, y si bien ella le causó una buena impresión, la joven se intimidó con el resto de sus compañeros de curso, todas sofisticadas, ricas y exitosas, recordó la testigo.

 

“Vanguardia” también impartió el curso, donde impactó a Daniela, quien lo vio como un científico, un hombre íntegro y a quien llegó a considerar como el ser humano más inteligente del mundo.

 

Ranierea representaba el punto final de lo que uno quiere lograr, cuando uno ya no obedece al mundo externo, por eso era íntegro, que es lo que para mí significa esa palabra, explicó Daniela a petición del abogado de la parte acusadora.

 

En esa etapa, la joven veía a “Vanguardia” viviendo una vida sencilla, como la de un monje, sin ninguna clase de sexualidad a su alrededor, y entendió que la única manera de ser como él, era sumarse al programa de Nxivm.

 

Entre los primeros conocimientos que tuvo fue que el mundo llegaría a su fin en 2017, es decir, en 15 años contados desde la fecha en que ingreso al curso, a menos que la gente se volviera integra como Keith.

 

Fue Lauren, su instructora y mano derecha de “Vanguardia”, quien la invitó a trabajar en Nxivm, lo que vivió como todo un honor.

 

En su primera reunión con el líder, Daniela se sintió un tanto decepcionada pues éste no era exactamente lo que esperaba. No obstante, se sintió orgullosa de que la llamara por su nombre y fuera atento con ella. Ahora, en el juicio, entiende que todo era una mentira.

 

Poco después se unió al grupo su hermana Mariana, quien pretendía ser modelo y cuya imagen ante sus padres era negativa, debido a su carácter depresivo y su forma de beber en exceso.

 

Ya juntas, Daniela se sumó a las clases, que no lograron hacerla superar la aguda etapa de depresión en que se encontraba. De hecho, Mariana solo se levantaba de la cama para ir al curso y regresaba a ella tras las sesiones.

 

Una vez, en un partido de volibol, se acercó a “Vanguardia” para expresarle decepción por lo que hacía en su empresa y agregó que podía hacer tareas más sustantivas. Estaba como capturista y eso no era cambiar el mundo, le precisó.

 

Keith le dio a resolver algunos complejos problemas de matemáticas, le impidió que regresara a su vida escolar habitual y le dijo que en persona él sería su maestro. “Eres una genio”, le dijo el líder de la secta.

 

Pasó a encargarse de recibir los pagos en efectivo y mediante tarjetas de crédito por los cursos, donde se dio cuenta que por la forma en que se manejaban había evasión fiscal.

 

Fui ahí cuando tomó sin autorización algunos miles de dólares. El hecho la hizo sentirse paranoica, con problemas de sueño, culpable, hasta que regresó el dinero sin que alguien se hubiera dado cuenta del hurto.

 

Cuando confesó el hecho a Keith, éste le dijo que ya lo sabía, lo que Daniela no creyó al 100 por ciento, pero guardó silencio pues sintió que no tenía el nivel suficiente para enfrentarlo.

 

Keith también le dijo que tras ese robo, ella había conocido más de sí misma y le hizo sentir que no se trataba del fin del mundo. Sin embargo, otras colaboradoras en la oficina sí la reprendieron y le quitaron el trabajo.

 

El robo y posterior despido sirvió para que se acercara a Keith, y ella sintiera que él era la única persona que estaba de su lado y que entendía cómo se sentía.

 

En retrospectiva, Daniela cree que en realidad Keith se comportó como un héroe para hacerla depender de él.

 

Daniela seguirá rindiendo testimonio la próxima semana.

 

 

 

jhs