Aunque la migración hacia Estados Unidos “ha estado difícil”, existe una gran demanda de jornaleros, pues los productores norteamericanos no tienen la mano de obra necesaria, afirmó Teresa Romero, presidenta de la Unión de Campesinos de América (UFW por sus siglas en inglés).

“Si no los dejan entrar y no les dan asilo, los que van a sufrir son los productores, porque la industria agrícola de Estados Unidos depende, una gran parte, de la inmigración; la mayor parte, mexicana”, resaltó.

En una entrevista con 24 HORAS, la lideresa sindical señaló que tiene fe en el presidente Andrés Manuel López Obrador y su cuarta transformación, por lo que –dijo– ya le extendió una invitación para que visite EU, hable con los trabajadores y escuche sus historias y necesidades.

Romero es la primera mujer en dirigir el sindicato y la primera inmigrante en ocupar dicho cargo en una organización –con 10 mil agremiados– a escala nacional.

¿Cómo es la situación de los jornaleros en los Estados Unidos?

-Muy difícil, el trabajo que realizan en el campo es sumamente difícil, físicamente demanda mucho y lo que lo está haciendo más difícil es la administración que tenemos en Estados Unidos actualmente; que están hablando de nosotros, los migrantes, como si fuéramos lo peor que existiera en ese país.

El problema que encontramos constantemente es que, aunque existan las leyes, siempre decimos que las leyes en los libros no son las que están en los campos. Los patrones, los dueños de granjas, no (las) respetan (…); nadie los está vigilando, nadie está buscando la forma de mejorar las cosas, y los trabajadores tienen mucho miedo a quejarse porque hay muchas represalias.

¿Cómo es la asesoría o el apoyo del Gobierno mexicano hacia estos trabajadores?

-Precisamente por eso estamos aquí. He tenido contacto con la nueva embajadora mexicana, Martha Bárcena Coquí; estamos tratando de desarrollar algunos programas que puedan beneficiar a los trabajadores mexicanos en Estados Unidos y a los que van por tiempo de cosecha.
El apoyo que hemos encontrado con esta administración es mucho más fuerte. Tenemos mucha esperanza de que podamos ayudar, en los dos países, a los trabajadores y a los ciudadanos mexicanos.

¿Cuál es la ayuda que requiere en este momento el jornalero mexicano?

-El apoyo que requieren es atender el maltrato que reciben. Está el caso de una cooperativa que tiene como 450 lecherías y las personas que laboran ahí son maltratadas; les roban sus sueldos, trabajan de 12 a 14 horas al día, se lastiman, han muerto, hay acoso sexual… Ni siquiera las autoridades mexicanas lo saben.

Es por eso que estamos aquí (en México), tratando de que los productos que se cosechan en México y van a los Estados Unidos y los que se cosechan en EU y vienen a México sean de calidad. Tenemos que encontrar la forma de desarrollar programas con los cuales el Gobierno mexicano pueda dar ayuda más fuerte y un impacto positivo.

El Gobierno mexicano debe trabajar con una organización como la de nosotros, en la que estamos educando no nada más a los trabajadores sobre cuáles son sus derechos, sino a los patrones y contratistas. Debemos tener una forma de recabar los fondos para que hagamos a escala nacional ese tipo de entrenamiento.

Los trabajadores y las trabajadores deben ser escuchados, ellos son los que mejor saben lo que pasa en las granjas, en las lecherías. Si empezamos hacer eso, en forma de colaboración, vamos a impactar a muchísimos más trabajadores.

¿La UFW a cuántos jornaleros agrupa y está defendiendo?

-Bajo contrato sindical tenemos 10 mil trabajadores, y dependiendo la temporada. El trabajo que hacemos no nada más es sindical. También luchamos para que se cambie la ley; un ejemplo es California (donde) logramos que se reconozca el tiempo extra, y ahora lo estamos haciendo a escala nacional.

Estamos trabajando con senadores para un proyecto de ley que beneficie a los trabajadores y a sus familias. La labor que hacemos no es nada más de impactarlos a escala (de) sindicato, sino a través de programas que beneficien a miles de trabajadores.

¿Cuánto es lo que gana un jornalero en Estados Unidos?

-Dependiendo dónde esté, si tiene contrato sindical. Los trabajadores que están sindicalizados y están laborando en la industria de los champiñones pueden ganar 45 mil dólares al año. Hay algunas compañías que les paga la prima de su seguro médico. No nada más para los trabajadores, sino para sus familias. Este tipo de negociaciones son las que hacemos.

La hora de un jornalero agrícola está en un promedio de 10 ó 12 dólares la hora. El problema es que muchos de ellos trabajan 60 horas a la semana sin que se les pague tiempo extra.

¿Cómo ve el programa de Trabajadores Agrícolas Temporales, implementado por la administración mexicana?

-Es un programa que se le conoce en Estados Unidos como H2A, que ésa es la visa que se les da a los trabajadores. El conflicto que existe con eso es que, desgraciadamente, muchos de los reclutadores en México reclutan trabajadores y les cobran una cantidad que es ilegal. Entonces, cuando llegan al lugar donde van a laborar, los primeros meses de su sueldo son para pagar esa deuda. Al final de esos seis meses regresan con algo de dinero para sus familias.

Desafortunadamente les quitan sus pasaportes y sus teléfonos celulares cuando llegan allá, y sus familias no saben si viven o mueren.

Nosotros acabamos de implementar aquí en México una compañía que se llama Cierto. Mediante ésta hacemos este tipo de reclutamiento con 100% de transparencia. No les cobramos, nos aseguramos de que cuando lleguen a Estados Unidos, tengan una vivienda apropiada; trabajamos con las comunidades locales y a veces, los llevamos al otro lado para que se den cuenta cómo se les está tratando; eso ha hecho una diferencia muy grande.

A través de Cierto les hacemos el proceso completo de entrenamiento de qué es lo que pueden esperar, porque muchos de ellos nunca han ido, cuál es el trato qué van a recibir, cómo van a vivir, qué es lo que les van a pagar, qué tipo de trabajo van a hacer, porque son diferentes las temporadas, las cosechas; cuáles son sus derechos y cómo van a regresar a su país.

La diferencia es que estamos en contacto con los trabajadores constantemente. Y al hacer eso, ellos no se sienten abandonados.

¿Por qué siguen emigrando?

-Tenemos un problema muy grande de trabajadores en los dos países. Ellos van obviamente porque ganan dinero en dólares, pueden laborar seis meses y regresar a sus comunidades; traen un ahorro.

Existe un problema: cómo se les trata a los trabajadores y cuánto se les paga. Si se les pagara de una forma decente a lo que ellos se merecen y se les tratara con respeto, no tendríamos el problema que tenemos ahorita.

El porcentaje de jornaleros que están en Estados Unidos ilegalmente es de 80%. Por eso existe un temor, bastante, sobre todo con esta administración.

Pero si no los deja entrar y no les da asilo (Donald Trump, Presidente de EU), lod que van a sufrir son los productores porque la industria agrícola de Estados Unidos depende una gran parte de la inmigración.

 

Frase:

“Donald Trump es el peor presidente que pudimos haber elegido en este país. Él no sabe ser líder de un país tan importante como lo es Estados Unidos. La situación es más difícil”

LEG