En el marco del 10 de mayo, cientos de madres que buscan a sus hijos marcharán este viernes a la 10 de la mañana en diferentes puntos de la República como Ciudad de México, Veracruz, Sinaloa, Coahuila, Sonora, Morelos, entre otros.

Verónica Valenzuela, integrante del Colectivo Uniendo Esperanzas manifestó que su único hijo, Diego Rosas (de 16 años), fue secuestrado en Ecatepec, Estado de México, en la colonia Llano de los Báez el 4 de agosto de 2015, y que el Día de las Madres es de dolor.

“Él salió un viernes a las cinco de la tarde, yo no quería porque íbamos a comer, pero era temprano, así que le di permiso y pasaron las horas, entonces, llamé a su celular y estaba apagado.

“En la noche recibí una llamada de un hombre diciéndome que tenía a Diego -uno de los secuestradores era mi vecino- y que, si no juntaba la cantidad, lo iban a matar; después me enviaron en una caja sus dedos”, relató Verónica a 24 HORAS.

Expresó que junto con familiares y amigos consiguieron la cantidad -alrededor de tres millones de pesos- y la entregaron, pero no lo liberaron, por lo que ahora Diego se encuentra en la lista de personas desaparecidas.

Añadió que las autoridades que estuvieron apoyándolos en el momento del plagio no estaban capacitados para afrontar la complejidad del asunto.
“Cuando hablaban los secuestradores mi familia y yo nos agarrábamos de las manos y nos hincábamos a rezar y pasó algo terrible. Como no juntábamos el dinero, mutilaron a mí hijo, nos mandaron dos falanges a mi casa”, refirió Verónica con la voz entrecortada.

Indicó que tres sujetos están detenidos, pero se niegan a dar información al respecto, “yo no tengo nada que celebrar, uno de los secuestradores era mi vecino, nos fastidiaron la vida. Se requiere capacitación de los Ministerios Públicos, éstos no están capacitados en los protocolos de búsqueda”.

Lupita Aguilar, vocera de Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos en Jalisco (Fundej), quien también sufrió el plagio de su hijo, José Luis Arana, el 17 de enero de 2011, manifestó que para ella no hay festejo, aun cuando tiene otros dos hijos.

“No sé dónde está, y me causa mucho dolor, él era muy especial; el 10 de mayo me ponía la melodía de John Lennon, la canción Woman, era cariñoso, detallista, y si él no está, para mí no hay festejo, al contrario, es recordar que me hace falta; vivimos en una oscuridad”, refirió.

Pepe como le decían de cariño, se había quedado de ver con su hermano en una gasolinería en Tonalá, pero nunca llegó.

LEG