-Es mentira –rechaza Carlos Jonguitud Carrillo.
Agrega el dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Educación (STE):
-La reforma educativa aprobada en la Cámara de Diputados y frenada por el Senado de la República no le da el control de las plazas ni a la Coordinadora ni a nadie.
Explica:
-Ahora los sindicatos que participamos en la educación tenemos derecho a proponer la mitad de los prospectos para plazas nuevas o plazas vacantes en busca de espacios.
Todos los candidatos, acota Jonguitud Carrillo, deben cumplir por ley los requisitos curriculares, de formación académica, de idoneidad, perfil magisterial, de capacidad y demás.
Aclara el dirigente –“tengo 500 mil afiliados, casi un tercio de los maestros del país”-:
-No por ir recomendados por un sindicato, la Coordinadora o quien sea tendrán asegurado un espacio en un aula, en investigación o en alguna plaza administrativa.
Por todo ello, resume, “es una buena reforma”.
SINDICATOS CON DERECHOS IGUALES
-Pero la interlocutora del Gobierno ha sido la Coordinadora (CNTE) y no el Sindicato (SNTE) –le digo.
-No lo veo así.
Por eso, explica, las Secciones 22, 9, 6 y otras afines se han expresado en contra y no aceptan los términos en que está redactada.
Carlos Jonguitud Carrillo muestra fotografías donde aparecen él y dirigentes de esas secciones disidentes y del sindicato –Alfonso Cepeda- sentados en torno al secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma.
-¿Habías visto algo así? –pregunta con orgullo y para referir consensos.
Dilucida:
-Mira, te voy a explicar: si alguien está interesado en que salgan las reformas laboral y educativa soy yo. Imagínate: de repente gano todos los derechos.
En síntesis:
-El monopolio de las relaciones laborales ya no serán del SNTE –menos de la Coordinadora, parte del Sindicato- y yo tendré los mismos derechos: proponer candidatos a ocupar plazas, incremento salarial como el gremio oficial, negociación directa y demás.
Se acabó el monopolio del SNTE –palabra de Jonguitud Carrillo, hijo del histórico Carlos Jonguitud Barrios-: el STE y cuantos sindicatos de la educación alcancen registro tendrán los mismos derechos.
¿Y LAS MULTAS DE LA COFECE A AFORES?
Las sanciones impuestas a las Afores por las autoridades parecen de burla.
No se hacen efectivas y quienes cargan con malos manejos o errores administrativos son los asegurados.
He aquí unos ejemplos.
En 2017 la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) impuso mil 100 millones de multa a cuatro administradoras de fondos para el retiro: Profuturo GNP, Sura, XXI Banorte y Principal Afore.
Principal Afore pagó la multa de 75 millones, pero Banorte y Sura se ampararon.
La justicia acusó a la Cofece de Alejandra Palacios de haber sobreestimado el doble del tamaño de XXI Banorte.
En enero un juez de Distrito, Rodrigo de la Peza López Figueroa, amparó a Sura porque la Cofece tuvo fallas en la integración del expediente.
¿Qué pasa con los trabajadores afectados?
El cargo de los errores de las Afores y de la Comisión van a su bolsillo.