Foto: Reuters Nicolás Sánchez marcó desde los 11 pasos el tanto que significó el primer campeonato para los Rayados de Monterrey en el Estadio BBVA. El nuevo monarca de la Concachampions fue superior a los Tigres durante los 180 minutos de la final  

Primer campeonato en casa

La segunda parte del Clásico Regio más importante de la historia tuvo como ingrediente principal un tránsito del balón entre un ambiente ríspido que cortaba muchas jugadas, aunado a un césped que por momentos no ayudaba a ninguno de los dos equipos.

Tigres envió a lo mejor que disponía en el ataque y así se notó con los primeros acercamientos al arco de Barovero. La intención de eliminar la ventaja que tenía la Pandilla fue evidente por parte de los del Tuca, aunque la buena labor defensiva se los evitó.

Un fallo en la zona donde no se puede tener distracciones le dio a los Rayados la oportunidad de aumentar la ventaja. Pizarro ingresó al área y haciendo un amague sobre Luis Rodríguez provocó que éste le cometiera una falta y un claro penalti.

Nico Sánchez se encargó de cobrar y con tiro a ras de pasto y apenas a la derecha de Nahuel Guzmán adelantó a los Rayados. La loza para los felinos aumentó de peso y fue algo con lo que les costó demasiado lidiar el resto del primer tiempo.

La segunda parte vio un movimiento obligado por parte de Ferretti. Gignac ingresó al campo y la ofensiva felina cobró más relevancia. Los primeros 10 minutos del complemento tuvieron a Barovero más activo que nunca. Por distintos flancos llegaban los centros y los disparos que el argentino resolvió de buena manera. Funes Mori estuvo a punto de anotar el gol que le diera el tiro de gracia a su rival. Un disparo desde fuera del área cuando Nahuel
estaba muy adelantadao levantó a la grada, pero el grito de gol se asfixió.

El travesaño lo evitó. La respuesta la dio Tigres que al 85’ recortó mediante Gignac que por fin se quitó la maldición que tenía ante Barovero a quien no le había marcado en ocho encuentros.

Tigres se arrojó con todo sin el éxito deseado y vio como Monterrey se pintó de blanco y azul. Por fin los Rayados se coronaron.

 

 

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