Este cierre del mes de abril, y muy probablemente mayo, será momento en que analistas e inversionistas en mercados financieros revisarán los avances reales de todos los temas que están en la mesa para la toma de decisiones con riesgos de ajuste a la baja en los mercados.

Estamos viendo también un adelanto en los tiempos políticos para las elecciones de 2020 en Estados Unidos. El presidente Donald Trump ya está lanzando sus dardos que servirán de bandera en su proceso electoral, en el cual México es un foco claro. Cualquier situación ligada a la migración, ahora el tema de amenazas de soldados mexicanos a su guardia fronteriza, así como el consumo de droga y el narco dentro de la sociedad americana estarán en las noticias continuas con efectos de “amenazas” constantes. Preocupa porque dentro de este ambiente, también los demócratas buscarán sacar provecho, y el T-MEC (TLCAN) podría estar atrapado sin la ratificación.

Por cierto, este día estaremos conociendo el dato del PIB de Estados Unidos del primer trimestre del año. Un dato por debajo de 2.0% anual pudiera reducir el optimismo que ha llevado a las Bolsas americanas a zonas de máximos históricos.

En cuanto al conflicto comercial, hasta ahora sabemos que las reuniones para alcanzar un acuerdo comercial de Estados Unidos con China tiene un avance cercano a 90%, pero el 10% restante parece ser muy “delicado” y complicado. El tiempo pasa, y el mercado pudiera reducir su optimismo. Esta próxima semana se vuelven a reunir en Pekín.

El euro viene perdiendo terreno. Estados Unidos buscará ser recíproco para el tema arancelario, como comentó Trump, con los resultados trimestrales de Harley-Davidson en días pasados. Pero la rápida desaceleración de Alemania, la recesión de Italia junto con su Gobierno hoy fracturado nuevamente, la incertidumbre del Brexit, el paro político en España, que tendrá sus elecciones generales, vienen afectando en el ánimo de inversionistas.

El Banco Central de Japón mantuvo sin cambio la tasa de interés en -0.1% anual, pero reconoció que su inflación permanecerá por debajo del promedio de aquí y hasta 2022, con un bajo nivel de crecimiento y reconoce una alta incertidumbre del entorno global hacia su economía y precios.

 

Con esta decisión, tanto la Fed como el BCE reconocen riesgos sobre el crecimiento futuro y prefieren dejar sin cambio las tasas de interés en estos siguientes meses.

Empezamos a tener un aumento en la volatilidad de los mercados con riesgos correctivos. Vemos poco probable que las Bolsas americanas permanezcan en esta zona de máximos históricos, el dólar americano con señales de alza y ya en sus niveles más altos desde mayo de 2017 y probable demanda por bonos del Tesoro.

El peso mexicano superó ya niveles de 19.00 en el mercado interbancario, con lo que podríamos observar movimientos entre 19.00 y 20.00 en las próximas semanas, y comenzará un ambiente entre inversionistas más cauteloso, derivado de una economía que no crece lo suficiente y no hay inversión directa como catalizador del crecimiento y, además, a la espera de conocer la Estrategia y el Plan de fortalecimiento financiero de Pemex que permita evaluar si nuestra calificación soberana será modificada.

Los reportes corporativos no presentan grandes sorpresas positivas. De acuerdo a un reporte de Monex, 30% de los resultados conocidos hasta el momento han superado expectativas, 40% ha llegado en línea y el 30% restante por debajo de lo esperado. Por ello, vemos que la recuperación de las últimas semanas del índice pudiera estar cerca de ajustarse.