Pues nada, que el PRI lo volvió a hacer.

Los votos de los diputados del PRI, Rubén Moreira, Martha Garay Cadena y Fernando de las Fuentes Hernández a favor de la iniciativa que regula la consulta popular y la revocación de mandato, fueron suficientes para que Morena obtuviera la mayoría calificada que permita esta modificación constitucional.

Antes de la discusión en el pleno, Moreira reclutaba a diputados del PRI para votar a favor de la iniciativa de Morena; había logrado que siete legisladores le dieran el sí.

Pero el líder de la fracción tricolor, René Juárez Cisneros, logró que cuatro de ellos finalmente se comprometieran a votar en contra del dictamen.

Y es que el hecho de que la figura y el nombre de López Obrador aparezcan en las boletas de la elección federal intermedia representa una competencia desleal para el resto de los partidos políticos.

La presencia del Presidente en las boletas electorales representará, sin duda, un acto de campaña a favor de los candidatos de Morena, generará confusión e inclinará la balanza electoral por más que el propio López Obrador lo niegue.

En la sesión de ayer había 484 diputados, se requería el voto a favor de 323 para obtener la mayoría calificada; Morena con sus aliados no reunía esa cantidad de votos.

Para obtener la mayoría calificada, Morena sumó los votos del grupo de los ocho legisladores independientes que hace unos días renunciaron al PRD, encabezados por Ricardo Gallardo, y los tres de los priistas encabezados por Moreira.

Hubo 153 votos en contra y dos abstenciones –un diputado nomás no apareció-; los votos del PRI hicieron la diferencia.

Terminado el show, René Juárez se reunió con su bancada en la llamada Pecera de San Lázaro; sus gritos se escuchaban afuera del lugar.

El martes pasado, los priistas de la Cámara de Senadores votaron a favor de la hoy ministra Yasmín Esquivel, con lo que le dieron a Morena la mayoría calificada para sacar el nombramiento.

Ayer fue en San Lázaro, y aunque no fue toda la bancada, sí uno de sus hombres clave.

¿Será que en el PRI se están peleando por quedar bien con ya saben quién?

Si es así, ¿a cambio de qué?

¿O será que la disputa por la presidencia de lo que queda del PRI ya contaminó a los grupos parlamentarios del tricolor sin importar que ofrezcan la peor caricatura de una supuesta oposición?
****
Con alarma debe verse el anuncio de Santiago Nieto de investigar a las empresas productoras del documental El populismo en América, a las que amenazó con dejarles caer el peso del Estado.

O, mejor dicho, del Gobierno.

Y aunque son puras sospechas de que “pudo haberse cometido un delito’’, por quedar bien con su jefe evidenció, llevó al cerro de las Calaveras, ensució los nombres de quienes participaron en la filmación del documental como productores o patrocinadores.

“Guerra sucia’’, le llamó.

¿Y de la guerra sucia en contra de Ricardo Anaya de la que se benefició López Obrador –y en la cual también participó- no hay investigación abierta, a pesar de saber con certeza quiénes fueron los patrocinadores?

****
Dice López Obrador que no tiene bots para intimidar, amenazar, a sus críticos.

Ni falta le hacen.

Él personalmente se encarga de eso cada mañana.

Eso sí, “con todo respeto’’.