Foto: Cuartoscuro/ Archivo Actualmente, en los meses de marzo y abril podemos ver cómo las calles en donde Tatsugoro y Sanshiro sembraron jacarandas se tornan color lila  

Con la llegada del calor y los meses previos a la primavera, muchas calles de la Ciudad de México se tiñen de lila gracias a los árboles de jacaranda; esto se lo debemos al japonés Tatsugoro Matsumoto.

La llegada de las jacarandas a México fue gracias a un par de japoneses, quienes trajeron el árbol similar a los cerezos de su país.

 

 

 

Sanshiro Matsumoto salió de Japón hacia México en 1910 en busca de su padre, quien 13 años antes los abandonó a él y a su madre. Fue gracias a ese viaje que ahora podemos disfrutar de los paisajes violáceos que nos ofrece esta temporada del año.

 

 

Cuando Sanshiro llegó a la capital, no le fue complicado encontrar a su padre, pues fue el creador de un majestuoso jardín con un lago artificial en el Palacio de Cristal, lo anterior con motivo del centenario de la Independencia de México. Así se convirtió en uno de los jardineros favoritos del porfiriato.

 

Cuando padre e hijo se reencontraron, comenzaron a trabajar juntos en la jardinería y tuvieron un acercamiento con el entonces presidente Álvaro Obregón, para proponerle sembrar árboles por las principales vialidades de la capital.

 

Fue entonces que los japoneses comenzaron a criar jacarandas en su viveros; el árbol fue traído desde Brasil, ya que el clima de México es óptimo para éste.

 

Actualmente, en los meses de marzo y abril podemos ver cómo las calles en donde Tatsugoro y Sanshiro sembraron jacarandas se tornan color lila.

 

Con información de medios

DJOR