Foto: Reuters Laura Martínez expuso que estas mujeres sufren discriminación en todos los sentidos, ya sea por ser indígenas, pobres o por su orientación sexual o identidad de género  

Las mujeres con discapacidad enfrentan un doble estigma, por cuestión de género y por padecer alguna limitación física, lo cual las invisibiliza en muchos ámbitos de los órdenes público y privado, indicó la activista Laura Martínez.

 

Reunido en el Ángel de la Independencia con motivo del Día Internacional de la Mujer, un grupo de personas con discapacidad exige espacios y recursos para poder transitar y cubrir sus necesidades, como población vulnerable.

 

Laura Martínez expuso que estas mujeres sufren discriminación en todos los sentidos, ya sea por ser indígenas, pobres o por su orientación sexual o identidad de género, además de ser posibles víctimas de abusos sexuales, abortos y esterilizaciones forzadas.

 

Dijo que estas mujeres no tienen acceso a los servicios de salud porque los hospitales o consultorios no están acondicionados para quienes están en sillas de ruedas, y ello les dificulta realizarse examenes médicos como Papanicolaou o mamografías, entre otros problemas que se enfrentan.

 

Lamentó que las personas con discapacidad mueran de depresión en sus casas, sin poder salir porque no existen los medios adecuados para trasladarse, pues la mayoría de las calles no son adecuadas para que puedan moverse de manera libre y segura.

 

Asimismo, abundó, no hay suficientes intérpretes de lengua de señas para hacer denuncias en los Ministerios Públicos, con lo cual muchas mujeres con discapacidad auditiva y que son abusadas sexualmente, no se pueden comunicar.

 

Se necesitan políticas públicas transversales, así como el apoyo de la sociedad que los excluye y crítica con el argumento de que no se organizan, dado que la mayoría de la gente desconoce que las mujeres con discapacidad visual, por ejemplo, necesitan material en braille, “hablamos en lenguajes diferentes”, puntualizó.

 

 

jhs