La Bundesliga: eso que conquista con insultante facilidad el Bayern Múnich cuando juega bien y gana con dificultades cuando está sumido en una profunda crisis.

Los bávaros han recortado 7 puntos de desventaja al Borussia Dortmund en apenas 4 jornadas, igualándole en la cima cuando parecía descartado su séptimo título al hilo. Es decir, que en una campaña en la que el técnico Niko Kovac llegó a sentir cerca la destitución, en una temporada en la que las estrellas del Bayern han estado lesionadas o a años luz de su mejor nivel, con un plantel caracterizado por rupturas y declaraciones altisonantes, visto por muchos como de mera transición, igual y hasta terminan añadiendo otro trofeo a su vitrina…, o varios.

Si el año pasado el Bayern despidió a su entrenador, Carlo Ancelotti, y aun así se impuso en la Bundesliga con 21 puntos de ventaja, esta vez la historia comienza a apuntar al mismo lugar. No es que el Dortmund sea poca cosa, es que cada vez se parece menos al cuadro que abrió el certamen arrasando y ha desperdiciado una herencia de puntos que lucía imposible de remontar.

La estrategia del club autodenominado Stern des Südens (Estrella del sur) ha sido consistente en los últimos años: pescar lo mejor del talento disperso en la Bundesliga para un doble acto de fortalecimiento; al subir su calidad y debilitar la de los planteles rivales.

Así han llegado a Múnich los tres puntales del Dortmund casi en años seguidos (Götze, Lewandowski y Hummels) o el más prometedor jugador del Schalke 04 (Leon Goretzka), de las divisiones menores del Stuttgart (Joshua Kimmich) y pronto del emergente RB Leipzig (Timo Werner).

Manual digno del Arte de la Guerra de Sun Tzu, la premisa inicial de este texto (que el Bayern se corona en Alemania tanto cuando anda bien como cuando anda mal) no tendría por qué sorprendernos. Imaginemos lo que sería del futbol español, de por sí desigual, si el Real Madrid estuviera dispuesto a negociar con el Barcelona a sus mayores cracks. O en Inglaterra a uno de los grandes (pongamos, el United) adquiriendo sin oposición a los pilares del resto (Hazard del Chelsea, Agüero del City, Salah del Liverpool, Kane del Tottenham). No importa que en Múnich no logren ser titulares, ya cumplieron su primer cometido al diezmar al club del que salieron.

Todo eso parecía cerca de ser refutado mientras observábamos al Borussia tan cómodo como líder del torneo. Dilapidada en un mes esa ventaja, volvemos a la premisa inicial: que la Bundesliga, ejemplar e impecable en tantísimas facetas, modelo a seguirse en la mayoría de los rubros, tiende a ser ganada nueve de cada diez veces por el Bayern.

Twitter/albertolati

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