La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) reavivó la polémica sobre presuntas prácticas monopólicas en el mercado de harina de maíz en México; sin embargo, ya ha quedado demostrado que se trata de una industria caracterizada por la competencia, en la que participan diversos jugadores, aseguró Abraham Vergara Contreras, Coordinador de la Licenciatura en Finanzas y la Licenciatura en Contaduría y Gestión Empresarial de la Universidad Iberoamericana.

Recordó que en días pasados la Cofece informó de una investigación de oficio por la posible realización de prácticas monopólicas absolutas en el mercado de la producción, distribución y comercialización de harina de maíz en el territorio nacional. “Lo anterior haría pensar que Maseca o Minsa podrían estar controlando el mercado, pero ésta es una hipótesis vieja que ha sido rechazada en diversas ocasiones”.

Para empezar, dijo, las harinas de maíz nixtamalizado en el país son principalmente usadas para la producción de tortillas, mercado que está concentrado, en su mayoría, por molinos que siguen utilizando la masa tradicional; por lo que no existe ningún monopolio en este sentido que señale a las empresas mexicanas, que si bien son importantes, no controlan por sí solas el mercado.

“El mercado se encuentra aún dominado por los molinos tradicionales de masa de Nixtamal que es la forma clásica y mesoamericana desde tiempos remotos. Las empresas harineras ni siquiera absorben la mayoría del mercado, pues controlan sólo el 35%, siendo el nixtamal quien conserva el mercado mayoritario con el 65% restante”.

Precisó que “Maseca abarca tan solo el 25% del mercado, es decir, una cuarta parte del mismo, mientras que Minsa tiene una participación del 8% y el resto de las empresas van distribuyéndose en ese 35% ya mencionado”.

De acuerdo con información de la Secretaría de Economía, las empresas que elaboran harina de maíz nixtamalizado se distribuyen el 35% del mercado de insumos para la elaboración de tortillas, de esta forma: 25% por Maseca, 8% por Minsa, 1% por Harimasa, 0.50% por Cargill, 0.40% Macsa y 0.20% por Blancas.

“La competencia permite que el mercado fluya y que se fortalezcan las empresas que, desde luego, no afectan al mercado tradicional interno”, agregó.

Resaltó que por sí sólo el mercado cuenta con diversos jugadores que compiten entre sí en distintas zonas del país, por lo que está descartado que existan prácticas monopólicas.

Cabe señalar que el plazo para esta indagatoria es de hasta 120 días hábiles, contados a partir del 9 de octubre de 2018, fecha de inicio de la investigación, la cual podrá ser ampliada por el mismo lapso hasta por cuatro ocasiones. Si al término de la investigación no se encuentran elementos que presuman la realización de dicha práctica anticompetitiva, el Pleno de la Cofece lo resolvería como caso cerrado.