El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, sostuvieron hoy aquí una reunión, en la que Siria figuró en el centro de su agenda a fin de evitar la intromisión iraní en los asuntos de esa vecina nación.
Putin aceptó la invitación de Netanyahu para asistir en Jerusalén a la apertura del monumento a las víctimas del sitio de Leningrado, según reportes del servicio informativo local Tass.
El mandatario ruso destacó que para Rusia la memoria de las personas asesinadas en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), incluso en el sitio de Leningrado, es sagrada.
De acuerdo con reportes de la prensa Israelí, Netanyahu dijo al presidente ruso que su gobierno está decidido a continuar sus ataques contra objetivos iraníes en Siria, ya que el régimen de Teherán es la mayor amenaza para la región.
Putin dijo al respecto que el primer ministro israelí es bienvenido a Rusia.
En su breve visita por Rusia, el primer ministro israelí dijo a Putin: “los lazos entre nosotros han evitado la fricción entre nuestros ejércitos y han contribuido a la seguridad en la región”.
Ambos discutieron asuntos bilaterales y coincidieron en el fortalecimiento de la coordinación de seguridad.
Para Netanyahu las relaciones bilaterales son excelentes gracias a los más de un millón de hablantes rusos (en Israel) y son parte de su país, de ambas culturas.
La cita es la primera entre ambos mandatarios desde el derribo accidental israelí de un avión ruso durante un ataque aéreo en Siria en septiembre pasado, además es la onceava ocasión desde 2015.
jhs