El involucramiento del Ejército en negocios políticos o económicos “es gravísimo” porque puede despertar la ambición de los militares, consideró el politólogo, José Fernández Santillán.

En la víspera, 24 HORAS publicó que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), además de la protección de la soberanía nacional, tiene otros negocios como el monopolio de la venta legal de armas en el país, ya sea a particulares o administraciones estatales; construcciones contratadas por el Gobierno, así como la ganadería y agricultura.

Y a esos esos ingresos se suma los que tendrá próximamente, debido a que la actual gestión federal anunció que construirá y administrará el nuevo aeropuerto de Santa Lucía, y además, para financiar la Guardia Nacional, urbanizará un terreno militar en Santa Fe, Ciudad de México, con el que pretende obtener hasta 30 mil millones de pesos.

Al respecto, el investigador Fernández Santillán consideró que existen actividades de los militares que están reguladas, como la venta de armas, la administración de lugares o la construcción de algunas obras; sin embargo, su involucramiento en proyectos como la construcción y operación de un aeropuerto, sí es un riesgo.

“Al Ejército le corresponde la seguridad nacional, como son los ataques del exterior o levantamientos serios de carácter social; al sector privado le corresponde la construcción de aeropuertos u otro tipo de construcciones”, dijo en una entrevista con 24 HORAS.

Abundó que es “muy peligroso porque puede despertar en los oficiales, que son leales, nacionalistas, disciplinados, una ambición”.

Consideró que en este sexenio se “metió a jugar políticamente al Ejército y eso es gravísimo, porque si algo ha distinguido a México es el civilismo (…); volver a meter al Ejército en temas políticos o económicos es gravísimo, se está alterando todo un sistema que había sido creado con mucho cuidado para mantener las piezas en su lugar”.

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