Alex Skeel y Jordan Worth son dos jóvenes británicos que se conocieron en el año 2012 cuando ambos tenían 16 años de edad, con el tiempo se convertirían en pareja; y posteriormente, Jordan sería la primera mujer en ser encarcelada por violencia doméstica en Reino Unido.

 

Por ello, Alex, quien actualmente tiene 22 años, relató para un medio internacional, la historia y los hechos que sufrió durante su relación con Jordan.

 

El joven afirmó que durante los primeros meses, luego de que comenzaran una relación sentimental, todo marchaba con normalidad y realizaban actividades como cualquier pareja, como pasear o ver películas.

 

Posteriormente, tras un par de meses juntos, ella comenzó a tener actitudes violentas contra él, primero consiguió alejarlo de todos sus amigos y familiares, pues le prohibió tener contactos con ellos, e incluso, la chica manejaba la cuenta personal de Facebook de Alex.

 

Skeel afirma que más tarde dieron inicio nuevas exigencias, ella le impedía que comiera, lo que le provocó una gran pérdida de peso y le prohibió vestir prendas de color gris.

 

Al respecto, el sujeto declaró que intentó en diversas ocasiones luchar contra el comportamiento de su novia, no obstante, ella lo terminaba culpando y convenciendo que quien estaba mal era él, además, aceptó que optó una actitud sumisa para que su cónyuge estuviera contenta.

 

Tiempo después tuvieron dos hijos, lo cual fue una esperanza para el hombre, pues creyó que eso cambiaría la actitud de la fémina, sin embargo, no fue así.

 

A pesar del maltrato y la incertidumbre en la relación, el implicado admite que amaba a Jordan y que hubo buenos momentos mientras estuvieron juntos.

 

Las cosas comenzaron a agravarse, pues Alex testificó que además de abuso mental, sufrió abuso físico y narró algunas de las conductas violentas de Jordan.

 

Aseguró que ella empezó a dormir con una botella de vidrio luego de que lo acusara injustificadamente de mensajearse y hablar con otras mujeres. Una vez que él se quedaba dormido, la joven lo despertaba golpeándolo con la botella en la cabeza para preguntar: “¿En qué estás pensando?”.

 

La víctima dijo haberse acostumbrado al dolor, ya que no sólo fueron golpes con la botella, también utilizó contra él un martillo, cuchillos, e incluso, agua hirviendo.

 

“Todo sucedió a cámara lenta. Me quemó la piel. El dolor no se parecía a nada que hubiera experimentado antes. Le supliqué que me dejara meterme en un baño lleno de agua fría, era lo único en lo que podía pensar que detuviera la quemazón”, manifestó Alex.

 

Agregó: “Me dejó meterme en la bañera y el alivio fue instantáneo. No puedes imaginar lo increíblemente bien que se siente el hundir tu cuerpo en agua helada después de eso. Es el sentimiento más agradable del mundo. Después me obligó a salir, o decía que me volvería a echar agua hirviendo”.

 

El afectado expuso que mientras sufría violencia doméstica él sentía pánico a su pareja, no obstante, creyó que si decía algo, lo terminaría matando.

 

Varias de las lesiones provocadas por la mujer fueron de gravedad y tuvieron que ser atendidas en el hospital, pero al ser cuestionado al respecto por las autoridades, él mentía diciendo que se había tropezado o quemado con agua caliente en la ducha.

 

Incluso agrega que en diversas ocasiones, uno de sus vecinos llegó a llamar a la policía, pues escuchaba sus gritos mientras la agresora lo violentaba. Pese a ello, él siempre explicaba que nada había pasado.

 

Entre otros detalles se mencionó que Jordan llegó a usar maquillaje en el cuerpo de Alex para ocultar lo que ella le había hecho. Además, el implicado perdió cerca de 30 kilos de peso debido a la restricción alimenticia a la que estaba sometido.

 

Fue hasta el año 2018 cuando se dio fin a la violencia, pues Alex confesó que un día un oficial de la policía acudió a su hogar con la finalidad de dar una visita de seguimiento, no obstante, éste percató que el agraviado tenía heridas de gravedad y una evidente pérdida de peso.

 

Gracias a la ayuda de la policía, el hombre confesó todo y Jordan fue interrogada, sin embargo, pese a lo que había hecho, no se mostró arrepentida.

 

Una vez que el caso fue a juicio, ella se declaró culpable, acción que él califica como una medida para que su sentencia fuera menor.

 

A la joven le fueron dictados siete años y medio de prisión el pasado mes de abril de 2018, a su vez, la victimaria admitió haber tenido actitudes violentas con Alex, así como causado daños psicológicos y físicos.

 

Actualmente, Alex Skeel dice sentirse tranquilo y que ha ocultado toda la historia a sus hijos, pues esperará a que sean mayores para poder explicarles la situación.

 

Cabe destacar que Jordan Worth se ha convertido en la primera mujer en Reino Unido en ser sentenciada a prisión por violencia doméstica.

gac