En nueve meses la Junta de Gobierno de la UNAM debe decidir si confirma por un período más, de cuatro años, al rector Enrique Graue o busca otro perfil, acorde a los tiempos que vive actualmente México, como cabeza de la institución.

La Universidad Nacional tiene tres caminos: seguir con Graue, que a diferencia de los rectorados que le precedieron, no ha sido tan destacado y, según observadores internos, tiene en áreas clave de la casa de estudios a personajes con fuertes vínculos con el ex rector priista José Narro Robles.

Por ejemplo, en el área de Actividad Deportiva, que por cierto fue una de las protagonistas de la última crisis porril, se encuentra Alejandro Fernández Varela; o en el área que concierne a la Seguridad, que en algunos casos busca la asesoría de Jaime Vázquez.

De no ser por el excelente trabajo de Comunicación Social, algunos de sus problemas ya hubieran estallado en medios, como sucedió con el tema de la venta de droga.

Y es que el territorio universitario se ha convertido en un verdadero tianguis en donde se puede encontrar la venta ilegal de casi todo, no sólo de drogas: en los mismos espacios universitarios hay desde la venta de alimento, playeras, material escolar y fotocopias, hasta libros. Todo sin un permiso para hacerlo en espacios donde debería haber clases o actividades culturales, y sin control alguno.

Otro camino sería el dejar la rectoría al grupo afín a Javier Jiménez Espriú, ex director de la Facultad de Ingeniería, aspirante a rector y actual secretario de Comunicaciones y Transportes.

En este caso, el riesgo sería la llegada de un personaje incondicional al actual Gobierno, encabezado por un Presidente que no cree en la autonomía, las evaluaciones ni en la excelencia académica o en los exámenes de selección, a pesar de que muchos de sus colaboradores son académicos de excelencia, como su secretario de Salud, Jorge Alcocer.

El otro camino es elegir a un rector independiente, que anteponga un proyecto de universidad antes que sus intereses personales o aspiraciones políticas, que sea respaldado por la comunidad universitaria en caso, sólo en caso, de que se haga necesario defender la autonomía y el presupuesto de la casa de estudios, pero que también tome con seriedad la política de austeridad del nuevo Gobierno.

No es la primera vez que la casa de estudios funciona con un Gobierno distinto al PRI. Lo hizo con Gobiernos panistas y, sobra decir, el rector Juan Ramón de la Fuente realizó un excelente trabajo: fortaleció algunos programas, dejó a la casa de estudios encabezando los principales rankings mundiales sobre la calidad de las universidades e hizo valer la autonomía, además de defenderla.

Pocos lo saben, pero hasta en lo que se refiere a los excelentes resultados del futbol participó, ya que ayudó a convencer a Hugo Sánchez para que dirigiera a los Pumas, período en el que fue bicampeón.

#¿LoboEstásAhí?

El presidente López Obrador visita esta semana Chimalhuacán. La pregunta es: ¿lo acompañará el alcalde Jesús Tolentino Román Bojórquez, líder de Antorcha Campesina en el Estado de México?