Foto: @delossantos_uy/Twitter Mogherini aclaró que el grupo no está imponiendo plazos para convocar a nuevas elecciones, porque ese tema debe ser decidido por los propios venezolanos  

El Grupo de Contacto Internacional (GCI), auspiciado por Uruguay y la Unión Europea (UE), propuso hoy como camino para solucionar la crisis en Venezuela realizar elecciones presidenciales “de conformidad con la constitución venezolana”.

 

“El objetivo del GCI es forjar un enfoque internacional común para apoyar una resolución pacífica, política, democrática y venezolana de la crisis, excluyendo el uso de la fuerza, a través de elecciones presidenciales libres, transparentes y creíbles”, indicó una declaración.

 

El grupo, a cuya reunión ministerial asistieron México y la Comunidad del Caribe (Caricom), se celebró en la presidencial Torre Ejecutiva de Montevideo, como una iniciativa tendiente a crear condiciones de solución a la crisis venezolana.

 

La declaración de Montevideo, leída por el canciller de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, y la Alta Representante para Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE), la italiana Federica Mogherini, fue adoptada por Uruguay, la UE, Costa Rica, Ecuador, España, Italia, Portugal, Suecia, Alemania, Francia, Holanda y Reino Unido.

 

Bolivia, integrante del Grupo declinó firmar la declaración, pero aceptó no bloquearla, dijo Mogherini.

 

Los firmantes expresaron que para solucionar la crisis “es crucial restaurar la plena democracia, el estado de derecho, la separación de poderes y el respeto del mandato constitucional de las instituciones del país, más en particularmente la democráticamente electa Asamblea Nacional”.

 

Además, condenaron el uso de la fuerza que ha causado muertos y heridos en Venezuela.

 

En una discusión que se prolongó por unas cinco horas, el GCI debatió cómo ayudar a encontrar un camino pacífico hacia la celebración de nuevas elecciones presidenciales con todas las condiciones y garantías necesarias “de conformidad con la Constitución”.

 

Ante la crisis humanitaria que experimenta Venezuela, el CGI anunció su compromiso de movilizar asistencia a áreas necesitadas en coordinación con el representante especial para la crisis venezolana del Alto Comisionado para Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional de Migraciones (OIM), Eduardo Stein.

 

La UE comprometió cinco millones de dólares para este tipo de ayuda humanitaria, indicó la jefa de la diplomacia comunitaria.

 

El GCI anunció que se contactará “con los actores venezolanos relevantes, así como con socios regionales e internacionales” para establecer las garantías necesarias para impulsar elecciones lo más pronto posible y para canalizar la ayuda humanitaria internacional.

 

Con miras a esos dos objetivos, el grupo enviará una misión técnica a Venezuela y se volverá a reunir a inicios de marzo para evaluar los acontecimientos.

 

Mogherini aclaró que el grupo no está imponiendo plazos para convocar a nuevas elecciones, porque ese tema debe ser decidido por los propios venezolanos.

 

La jefa de la diplomacia europea agradeció la participación del canciller mexicano, Marcelo Ebrard en la reunión, aunque su país no forma parte del Grupo de Contacto.

 

Junto con Uruguay, México y la Comunidad del Caribe (Caricom) propusieron el miércoles un mecanismo de solución, el cual fue calificado por Mogherini como complementario a las posiciones del GCI.

 

Ambas propuestas, dijo Mogherini, “no son incompatibles, hemos hablado sobre cómo las dos pueden converger en lograr un resultado pacífico”.

 

Ante la negativa al diálogo manifestado por el autoproclamado “presidente encargado” de Venezuela, Juan Guaidó, el canciller de Uruguay advirtió que “las intransigencias llevan al bloqueo de los caminos de solución. Claro que el diálogo no debe ser eterno”.

 

“El equilibrio entre la ayuda y el injerencismo es muy delicado, ayudaremos a que la solución sea venezolana, porque la otra alternativa es el caos y la confrontación que con toda seguridad puede ser el conflicto armado”, advirtió.

 

DAMG