Foto: Reuters Después de convertirse en 2007 en la primera mujer en presidir la Cámara de Representantes, en 2019 la demócrata Nancy Pelosi se convirtió de nuevo en líder parlamentaria y de facto en la principal opositora del presidente Donald Trump  

Washington.-Después de convertirse en 2007 en la primera mujer en presidir la Cámara de Representantes, en 2019 la demócrata Nancy Pelosi se convirtió de nuevo en líder parlamentaria y de facto en la principal opositora del presidente Donald Trump.

 

La presidenta de la Cámara de Representantes asumió el cargo el pasado 3 de enero por segunda ocasión, luego de tenerlo durante la administración de George W. Bush en 2007.

 

Nancy Patricia D’Alesandro Pelosi, quien en 2013 fue incluida en el Salón de la Fama de la Mujer Nacional, nació en Baltimore en una familia italoamericana; sus padres fueron Annunciata M. D’Alesandro y Thomas D’Alesandro Jr., quien fue alcalde en Baltimore.

 

De acuerdo con su biografía oficial, se graduó en Ciencias Políticas del Trinity College en Washington y trabajó como becaria para el senador Daniel Brewster, quien fue líder de la mayoría de la Cámara de Representantes de 1959 a 1963.

 

Es la menor y única mujer de siete hermanos y es considerada ahora como la mujer más importante en Estados Unidos, al ejercer el tercer cargo de mayor jerarquía, tan solo después del presidente Donald Trump y el vicepresidente Mike Pence.

 

En su primera gestión como presidenta de la Cámara de Representantes (2007-2011) permitió que los homosexuales sirvieran en el Ejército y consiguió la aprobación de la reforma sanitaria conocida como “Obamacare”.

 

Además, lideró la aprobación en la Cámara de Representantes de la Ley de Reinversión y Recuperación de Estados Unidos a principios de 2009 para crear y salvar millones de empleos estadounidenses, brindar alivio a las familias y proporcionar un recorte de impuestos al 95 por ciento de los trabajadores.

 

También dirigió al Congreso para aprobar reformas en Wall Street para controlar a grandes bancos y proteger a los consumidores, así como la Ley de Ayuda Estudiantil y Responsabilidad Fiscal, que amplía las oportunidades educativas y reforma el sistema de ayuda financiera.

 

Como líder demócrata, Pelosi ofreció durante su toma de posesión luchar entre otro puntos por mayores salarios y mejor infraestructura para las familias de clase media de Estados Unidos.

 

Pero ahora, el punto central de su quehacer legislativo y político es su enfrentramiento con el mandatario estadounidense.

 

Pelosi enfrenta al Poder Ejecutivo, entre otros temas, por el cierre parcial del gobierno que entró en su cuarta semana consecutiva, debido a una fracasada negociación entre republicanos y demócratas por la negativa a entregar al presidente 5.7 mil millones de dólares para construir un muro en la frontera sur del país.

 

El diferendo mantiene en vilo a por lo menos 800 mil burócratas que no cuentan con ingresos por el “parón gubernamental”, lo que afecta servicios tan esenciales como la recolección de basura, la apertura y mantemimiento de parques nacionales o el funcionamiento de museos, entre otros servicios.

 

La semana pasada Trump se reunió en la Casa Blanca con Pelosi y Chuck Schumer (líder demócrata en el Senado), a fin de busca los fondos para la construcción del muro fronterizo, pero ante la negativa de los parlamentarios abandonó el encuentro y dijo que fue un “fracaso, una pérdida de tiempo”.

 

Trump señala que el cierre parcial del gobierno continuará mientras los demócratas no accedan a su demanda, pero parece que bajo el mando de Pelosi la batalla podrá tener un resultado diferente.

 

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