El secretario de Hacienda y Crédito Público del Gobierno de México, Carlos Urzúa, presentó el Paquete Económico 2019 para su discusión, posible modificación y aprobación, en la Cámara de Diputados.

Explicó el titular de las finanzas públicas que se basa en tres principios básicos: austeridad, honestidad y combate a la corrupción.

Aseguró que habrá disciplina fiscal basada en eficiencia, y se propuso al Congreso de la Unión un superávit primario de 1.0% del PIB para el próximo año.

En un “hilo” que abrió en su cuenta de Twitter, escribió el secretario que la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos son consistentes con las expectativas actuales del mercado.

Pero, ¿cómo reaccionaron los gobernadores?

Alejandro Moreno, gobernador de Campeche, tuiteó que apoya la preocupación de los diputados federales, gobernantes y alcaldes en relación a los recortes del presupuesto 2019 a rubros como el de universidades públicas, cultura, ciencia y tecnología, y las afectaciones que tendrán estados y municipios.

También escribió el presidente de la Conago que la disminución de 43 mil millones de pesos en el Ramo 33 es un duro golpe a las finanzas de los estados y municipios, y que tendrá un fuerte impacto en la infraestructura de las entidades federativas.

Y remató Alito, en sus redes sociales, lanzando un llamado a los hacedores de leyes a que corrijan el presupuesto y eviten recortes a la SCT e informando que convocará a una reunión de la Conferencia de Gobernadores al titular de la SHCP para que atienda las demandas de las entidades federativas.

Claro, el líder de los gobernadores tenía que manifestarse, después de la reacción de algunos de sus homólogos, y persuadido de algunos de sus colegas, pero como lee usted: muy suave, institucional y muy poco enérgico.

Si con esos tuits pensó que iban a voltearlo a ver, y con esas líneas en Twitter quería levantar la mano para defender económicamente a sus 31 colegas, de verdad que se inauguró muy mal el gobernador de los gobernadores.

Los priistas y panistas están, por decirlo elegantemente, desprotegidos y poco representados, por lo que ya iniciaron su operación política para defenderse y utilizar sus propias relaciones con el fin de tender puentes con el presidente López Obrador.

Los cinco gobernadores de Morena obviamente no le harán segunda al timorato llamado de la Conago, y apoyan al cien por ciento la propuesta de gasto del titular del Ejecutivo federal.

Los gobernadores que ya levantaron la mano para poder “jalar la cobija” son: Enrique Alfaro (Jalisco) que escribió, en la red del pájaro azul, que el Gobierno federal ignora las necesidades que surgen desde lo local. Por cierto, recibió algunas felicitaciones, como la del tuitero Eduardo Romero Suárez, que le expresó que es el único gobernador con pantalones.

El mandatario de Chihuahua le hizo segunda a Alfaro. Pidió unirse al gobernador de Jalisco y dar la batalla desde ahora porque, dijo, es el principio de todo lo que vendrá. “Hay que luchar por un nuevo acuerdo de coordinación fiscal o descoordinarnos”.

Por su parte, Francisco Cabeza de Vaca (Tamaulipas) dijo que el Paquete Económico 2019 no atiende las distintas necesidades regionales, y fue más allá: “El dinero de la nación no es de la Federación. Urge convocar a los estados al diálogo fiscal”.

Los otros gobernadores sencillamente han guardado silencio, y hacen su luchita con sus disminuidas fuerzas legislativas en San Lázaro, pero saben que no hay mucho que hacer ya.

Les metieron la tijera a los estados, y no les resta que aguantarse en este primer año de Gobierno de la denominada cuarta transformación. Sobre todo no hay mucho que hacer cuando el presidente en turno de la Conago es un priista que tiene ADN tricolor, y como lo hemos expresado aquí, llega hasta la genuflexión con el jefe.

@GustavoRenteria
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